La modificación de la conducta, programar el aseo siempre a las mismas horas y la invitación regular a vaciar la vejiga urinaria son estrategias con un alto grado de buenos resultados.
La rehabilitación ocupacional de reactivación con técnicas como el entrenamiento de la memoria, las actividades manuales y creativas, el estímulo sensitivo-motor y la terapia de autosuficiencia ha demostrado ser más eficiente en la mejora cognitiva, del funcionalismo psicosocial, del equilibrio emocional y del bienestar subjetivo que la rehabilitación funcional con terapia ocupacional funcional, psicoterapia y terapia del lenguaje.
Modificar el entorno con luz tenue y sonidos naturales ha mejorado en algunos casos la conducta en las comidas, y la luz brillante diurna ha demostrado eficacia en la mejora del sueño nocturno.
Las terapias de grupo con estimulación sensorial, remotivación y ejercicios ocasionalmente puede mejorar las actividades de la vida diaria.
Es importante desde el principio aconsejar el abandono de la conducción de vehículos al paciente ya diagnosticado, por el riesgo que supone para él mismo y para los demás. Mucho antes de que el paciente pierda la capacidad de manejar un automóvil ya existe riesgo de que se pierda, de que invada carriles distintos al correcto o de que cometa otros errores.
El uso de música que sea del gusto del paciente reduce la agitación, las agresiones y las alteraciones del ánimo en varias situaciones cotidianas, entre ellas la comida y el baño.
El paseo y otras formas de ejercicio ligero tienen también efectos positivos al reducir el vagabundeo, la agresividad y la agitación. El uso de masajes ha dado hasta ahora resultados contradictorios, aunque el masaje con sustancias aromáticas agradables, la aromaterapia, ha demostrado reducir la agitación.
La terapia con animales de compañía puede mejorar la sociabilidad del paciente, y la activación psicomotriz puede mejorar la capacidad cognitiva pero también aumentar el comportamiento rebelde y negativo.
Algunos pacientes pueden beneficiarse de las terapias de presencia simulada, como el uso de cintas de vídeo o de audio con imágenes y sonido procedentes de familiares.
El entrenamiento psicoeducativo completo de los cuidadores puede ser beneficioso para ellos y prolongar el mantenimiento de su dedicación, e igual resultado se obtiene con la participación en grupos de apoyo.
Liberar a los cuidadores mediante breves internamientos del paciente en instituciones adecuadas favorece también su buen estado físico y psíquico y aumenta sus probabilidades de continuar en sus funciones.
Pueden ser también de utilidad el uso de redes informáticas para facilitar formación y apoyo a los cuidadores y los programas de apoyo telefónico.
Entre los entornos que se pueden tener en consideración para los pacientes con demencia tenemos las unidades de cuidados especializadas con servicios de cuidados a largo plazo, los entornos similares a un hogar con pequeños grupos de pacientes, la hospitalización planificada de cortos periodos con o sin asistencia mixta internamiento-hospital de día y la provisión de espacios exteriores, remodelando los pasillos para simular el aspecto de lugares naturales o del hogar, y cambios en el mismo sentido en el lugar de baño.
Es muy aconsejable la resolución de los temas legales y sociales, mediante el adecuado asesoramiento con abogados y trabajadores sociales.
Ya que el deterioro cognitivo aumenta muchas veces a causa del uso de medicamentos, el de los no específicos debería ser reducido al mínimo posible, prestando especial atención en este sentido al uso de pastillas para dormir, medicación contra la ansiedad y preparados de los que se pueden comprar sin receta ya sea para dormir o para los síntomas de un resfriado.
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