Las fluctuaciones en la cognición son una característica central de la demencia con cuerpos de Lewy, y con frecuencia están presentes en la demencia asociada a la enfermedad de Parkinson. Un estudio que se acaba de publicar en la revista Neurology demuestra que tales fluctuaciones se dan también en la enfermedad de Alzheimer, y además con una importante influencia en la gravedad clínica de la misma y en su perfil neuropsicológico.
Los autores reclutaron a un total de 511 participantes, con una media de edad de 78,1 ± 8 años, y con un buen nivel educativo, con una media de 14,9 ± 3 años de educación académica. Este estudio longitudinal se llevó a cabo en el Centro de Investigación de Enfermedad de Alzheimer de la Universidad Washington en San Luis, estado de Misuri (Estados Unidos).
A todos los participantes se les evaluó mediante la Clasificación Clinica de la Demencia de Hughes (Clinical Dementia Rating, CDR) y una batería neuropsicológica. Para evaluar las fluctuaciones cognitivas se utilizó el Cuestionario de Fluctuaciones de la Clínica Mayo, que consta de 4 ítems en los que se comprueban: 1) somnolencia y letargo todo el tiempo o varias veces al día pese a haber dormido lo suficiente la noche anterior; 2) dormir durante el día 2 o más horas antes de las 7 de la tarde; 3) presencia de momentos en los que el flujo de ideas del paciente se muestra poco claro, desorganizado o ilógico; y 4) mirar fijamente al vacío durante largos períodos. Se considera que existen fluctuaciones cuando el sujeto cumple con un mínimo de 3 de estos 4 síntomas. El nivel de alerta se midió con el Cuestionario de Sueño de la Clínica Mayo.
Tras ajustar los resultados en función de la edad y del nivel de alerta, los sujetos con fluctuaciones cognitivas tenían 4,6 veces más probabilidad de tener demencia, y los participantes que mostraban pensamiento ilógico y desorganizado tenían 7,8 veces más probabilidad de ser calificados con un índice CDR >0.
El riesgo de ser calificado con un CDR 0,5 era 13,4 veces mayor entre los sujetos con fluctuaciones cognitivas que entre los participantes que no las tenían, mientras que el riesgo de ser calificado con CDR 1 se incrementaba 13,4 veces más entre los sujetos con fluctuaciones que entre los libres de fluctuaciones. Además, la presencia de fluctuaciones cognitivas se corresponde en los resultados de este estudio con un descenso del rendimiento individual en los test neuropsicológicos.
En base a sus resultados, los autores afirman:
«Las fluctuaciones cognitivas se dan en la enfermedad de Alzheimer y, cuando están presentes, afectan significativamente tanto a la clasificación clínica de la gravedad de la demencia como al rendimiento neuropsicológico. La evaluación de las fluctuaciones debería ser tenida en cuenta en la valoración de los pacientes para los trastornos cognitivos».
Referencia bibliográfica: Adriana Escandon, Noor Al-Hammadi, James E. Galvin. Effect of cognitive fluctuation on neuropsychological performance in aging and dementia. Neurology 2010;74:210-217.
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