Hipnótico y sedante, del grupo de las imidazopiridinas. Se ha demostrado en estudios experimentales que posee efectos sedantes a dosis más bajas que las requeridas para ejercer efecto ansiolítico, miorrelajante y anticonvulsivante. Actúa como agonista de los receptores benzodiazepínicos de tipo BZ1 (benzodiazepínicos 1) u ω-1, que forman parte del complejo supramolecular ionóforo de cloruros, integrado con el receptor del ácido gamma-aminobutírico (GABA).
Vía oral:
- Absorción: El zolpidem presenta una biodisponibilidad oral del 68%, alcanzándose la concentración plasmática máxima entre 0.5 y 3 horas. Es ampliamente distribuído por los tejidos del organismo, especialmente en el sistema nervioso central. Difunde moderadamente a través de las barreras placentaria y mamaria. La acción hipnótica comienza a manifestarse entre 15 y 30 minutos tras la administración oral.
- Distribución: A dosis terapéuticas la farmacocinética es lineal. Se une en un 92% a las proteínas plasmáticas. El volumen de distribución en adultos es de 0.54±0.02 l/kg.
- Eliminación: Es intensamente metabolizado en el hígado, dando lugar a metabolitos sin actividad farmacológica, que son eliminados con la orina y heces. Su semivida de eliminación es de 2.4 horas (en pacientes con insuficiencia hepática y/o renal, este valor puede alcanzar las 10 horas). El zolpidem no es susceptible de ser eliminado mediante hemodiálisis o diálisis peritoneal.
- [INSOMNIO]: tratamiento a corto plazo del insomnio.
Las benzodiacepinas y análogos solo están indicadas para el tratamiento de un trastorno intenso, que limita la actividad del paciente o lo somete a un estrés importante.
Vía oral:
- [Insomnio]: Adultos: 10 mg, al acostarse. Ancianos, pacientes debilitados o con insuficiencia hepática y/o renal: 5 mg, al acostarse, que solo puede aumentar bajo circunstancias especiales.
- No exceder los 10 mg en ningún paciente.
- Duración del tratamiento: Debe ser lo más corta posible. De forma general, la duración del tratamiento puede variar desde unos pocos días hasta dos semanas, con una duración máxima de cuatro semanas si se incluye la retirada gradual del tratamiento: el uso de benzodiacepinas y similares puede desarrollar dependencia física y psíquica.
- Advertir al paciente de la posibilidad de fenómenos de rebote.
- Normas para la correcta administración: Tómese justo antes de acostarse.
- [ALERGIA A benzodiacepinaS].
- [MIASTENIA GRAVE]: la actividad relajante muscular de las benzodiacepinas puede producir un empeoramiento de la enfermedad, con aumento de la fatiga muscular.
- [INSUFICIENCIA RESPIRATORIA] severa: su efecto relajante muscular puede potenciar la depresión respiratoria.
- [GLAUCOMA EN ÁNGULO ESTRECHO]: el posible efecto anticolinérgico de la benzodiacepina puede aumentar la presión intraocular y agravar la enfermedad.
- [APNEA DEL SUEÑO]: puede producirse una excacerbación.
- [INSUFICIENCIA HEPÁTICA] severa, debido al riesgo asociado de encefalopatía.
- [INTOXICACIÓN ETÍLICA AGUDA], [COMA] o [SÍNCOPE]: debido a la depresión aditiva sobre el sistema nervioso central.
- Historial de [DROGODEPENDENCIA]: el uso prolongado o dosis elevadas de benzodiacepinas puede producir dependencia psíquica o física.
- [INSUFICIENCIA RENAL]: dado que se elimina mayoritariamente por vía renal, debe ajustarse la dosis al grado de incapacidad funcional renal.
- [PORFIRIA]: su metabolización hepática puede potenciar la síntesis de determinadas enzimas como la sintetasa del del ácido delta-aminolevulínico, que puede dar lugar a aumento de porfirinas, lo que provoca la exacerbación de la enfermedad.
- [REACCIONES DE FOTOSENSIBILIDAD]: no es recomendable una exposición prolongada al sol ante el riesgo de que puedan producirse manifestaciones de fotosensibilidad.
- Tolerancia: Después de un uso continuado durante algunas semanas, puede detectarse un cierto grado de pérdida de eficacia con respecto a los efectos hipnóticos.
- [DEPENDENCIA]: El tratamiento con benzodiacepinas puede provocar el desarrollo de dependencia física y psíquica. El riesgo de dependencia se incrementa con la dosis y duración del tratamiento y es también mayor en pacientes con antecedentes de consumo de drogas de abuso o alcohol. Una vez que se ha desarrollado la dependencia física, la finalización brusca del tratamiento puede acompañarse de síntomas de retirada, tales como cefaleas, dolores musculares, ansiedad acusada, tensión, intranquilidad, confusión e irritabilidad. En los casos graves, se han descrito los siguientes síntomas: despersonalización, hiperacusia, hormigueo y calambres en las extremidades, intolerancia a la luz, sonidos y contacto físico, alucinaciones o convulsiones.
- Insomnio de rebote y ansiedad: Dado que la probabilidad de aparición de un fenómeno de retirada/rebote es mayor después de finalizar el tratamiento bruscamente, se recomienda disminuir la dosis de forma gradual hasta la supresión definitiva.
- [AMNESIA]: Las benzodiacepinas pueden inducir una amnesia anterógrada. Este hecho ocurre más frecuentemente transcurridas varias horas tras la administración del medicamento, por lo que, para disminuir el riesgo asociado, los pacientes deberían asegurarse de que van a poder dormir de forma ininterrumpida durante 7-8 horas.
- Reacciones psiquiátricas y paradójicas: Las benzodiacepinas pueden producir reacciones tales como, intranquilidad, agitación, irritabilidad, agresividad, delirios, ataques de ira, pesadillas, alucinaciones, psicosis, comportamiento inadecuado y otros efectos adversos sobre la conducta. En caso de que esto ocurriera, se deberá suspender el tratamiento. Estas reacciones son más frecuentes en niños y ancianos.
- [PSICOSIS]: Las benzodiacepinas no están recomendadas para el tratamiento de primera línea de la enfermedad psicótica.
- Ansiedad asociada a [DEPRESIÓN]: Las benzodiacepinas no deben usarse solas para el tratamiento de la ansiedad asociada a depresión, se han observado episodios de manía e hipomanía con riesgo de suicidio.
- Efectos sobre la capacidad para conducir y manejar maquinaria: La capacidad para conducir vehículos o utilizar maquinaria puede verse negativamente afectada por la sedación, amnesia, dificultad en la concentración y deterioro de la función muscular que pueden aparecer como consecuencia del tratamiento. Además, los periodos de sueño insuficientes pueden incrementar el deterioro del estado de alerta.
- Ketoconazol: hay un estudio en el que se ha registrado disminución del aclaramiento de zolpidem con potenciación de su efecto, por posible inhibición de su metabolismo hepático.
- Paroxetina: hay un estudio en el que se ha registrado potenciación de la toxicidad de zolpidem, con aparición de alucinaciones, por posible desplazamiento de su unión a proteínas plasmáticas.
Entre un 15% y un 20% de los pacientes experimentan efectos secundarios, siendo los más frecuentes la somnolencia residual y los mareos, náuseas, vómitos y cefaleas, aunque también se observan astenia, amnesia anterógrada, depresión, ansiedad y pesadillas. El tratamiento debe suspenderse en caso de que se produzcan somnolencia, vómitos o cefaleas intensas, así como estados de confusión y mareos con caídas.
También son considerados como motivos de suspensión experimentar alucinaciones o pesadillas repetidas. Entre el 2% y el 6% de los pacientes deben suspender el tratamiento por este motivo.
No se recomienda el empleo crónico de zolpidem, como de cualquier otro hipnótico. En caso de que el paciente se despierte por la noche, deberá tener en cuenta que presenta un mayor riesgo de experimentar una ralentización de movimientos y mareos, que pueden provocarle caídas.
- Síntomas: Al igual que ocurre con otras benzodiacepinas, la sobredosis no representa una amenaza vital a no ser que su administración se combine con otros depresores centrales (incluyendo alcohol). La sobredosificación con benzodiacepinas se manifiesta generalmente por distintos grados de depresión del sistema nervioso central, que pueden ir desde somnolencia hasta coma. En casos moderados, los síntomas incluyen somnolencia, confusión y letargia. En casos más serios, pueden aparecer ataxia, hipotonía, hipotensión, depresión respiratoria, raramente coma y muy raramente muerte.
- Tratamiento: Tener en cuenta la posibilidad de que el paciente haya ingerido múltiples productos. Debe inducirse el vómito (antes de una hora) si el paciente conserva la consciencia o realizarse un lavado gástrico con conservación de la vía aérea si está inconsciente. Si el vaciado gástrico no aporta ninguna ventaja, deberá administrarse carbón activado para reducir la absorción. Deberá prestarse especial atención a las funciones respiratoria y cardiovascular si el paciente requiere ingreso en una unidad de cuidados intensivos.
- Antídoto: Puede usarse el flumazenilo.
Categoría B de la Food and Drug Administration (FDA). Los estudios sobre animales han registrado efectos adversos maternos y fetales, tales como ataxia y letargia materna, tendencia dosis-dependiente a la osificación incompleta del cráneo fetal, disminución en la ganancia de peso fetal, aumento de las pérdidas fetales postimplante y baja osificación del esternón. No obstante, no se registraron efectos teratógenos.
No hay estudios adecuados y bien controlados en humanos, sin embargo, con el uso de fármacos sedantes o hipnóticos se han detectado casos de flacidez neonatal, asimismo, los recién nacidos pueden tener un riesgo aumentado de padecer síndrome de abstinencia durante el periodo postnatal. El uso de zolpidem justo antes o durante el parto puede producir hipotermia, hipotonía y moderada depresión respiratoria en el neonato. El uso de este medicamento solo se acepta en caso de ausencia de alternativas terapéuticas más seguras.
El zolpidem se excreta con la leche materna en bajas cantidades. Se desconocen los posibles efectos adversos sobre el lactante. En un estudio en ratas, se detectó que el uso de zolpidem inhibía la lactancia materna. Se recomienda suspender la lactancia materna o evitar la administración de este medicamento.
La seguridad y eficacia del uso de zolpidem en niños menores de 18 años no han sido establecidas. Uso no recomendado en menores de 18 años.
Los ancianos y/o pacientes debilitados muestran una mayor sensibilidad a sufrir deterioro de la función motora y/o cognitiva después de la exposición repetida al fármaco. Estos pacientes también pueden ser más sensibles a los efectos adversos del zolpidem, estos efectos adversos parecen ser dosis-dependientes. Además, los pacientes geriátricas presentan un aumento sustancial de las concentraciones máximas plasmáticas, la vida media de eliminación y el área bajo la curva de zolpidem.
Se recomienda utilizar una dosis inicial reducida de zolpidem en ancianos y/o pacientes debilitados con el fin de reducir la incidencia de efectos adversos. Uso precautorio, recomendándose monitorización.
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