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Rincón del experto

Vivo con un impostor

Desconocido.

Eres un impostor (imagen decorativa)

© iStock.com/CREATISTA

¿A qué es debido que un paciente con deterioro cognitivo pueda creer que algo o alguien relacionados con él han sido suplantados?

Los pacientes que padecen deterioro cognitivo mayor, es decir demencia, y sobre todo aquellos que sufren la enfermedad de cuerpos de Lewy, pueden llegar a presentar una sintomatología caracterizada por percibir que, tanto las personas cercanas a ellos como algunos de sus objetos cotidianos, están siendo suplantados.

Están convencidos de que la percepción actual, tanto sobre una o varias personas, o animales, o bien algún objeto, que hasta ahora reconocían como cercano o próximo, y por los que sentía afecto, aun siendo muy similares a las que antes reconocían como «reales» u «originales» y por ello, tanto por su apariencia como por su comportamiento, no son las reales, ya no las reconoce como tales.

En el caso de los objetos, los visualizan como iguales, pero están convencidos que han sido cambiados por otros muy parecidos, señalando, en algunos casos, detalles por los que les ven como diferentes.

En el caso que la percepción sea de una persona dirán que es igual e idéntica, pero añadirán que aun así no es la que ellos conocían, que está siendo suplantada, que esa persona es una «impostora».

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Comentario y consejos del experto

Generalmente los suplantados suelen ser familiares, el cónyuge, algún hijo o hija, o bien su animal de compañía, u objetos personales.

Como ejemplo describo el caso de un hombre de 72 años, para el cual el hijo solicitó una consulta, preocupado por la extraña conducta de su padre. En este caso fue el primer síntoma de una enfermedad neurodegenerativa por depósito, por cuerpos de Lewy. Hasta ese momento, esta persona nunca había estado enferma.

Hacía dos meses había comprado, con mucha ilusión, un nuevo automóvil. Realizó su primera revisión en el taller, y horas más tarde fue a recogerlo. En el momento de la entrega, comentó al encargado que aquel automóvil no era el suyo. Era casi igual pero no el suyo. Se lo hizo saber tanto a los mecánicos como a los directivos del taller aludiendo que aquel coche era igual e idéntico que el suyo, pero que se lo habían cambiado. Tenía la certeza de que no era el mismo, que no era el que él había dejado para la revisión. Se enfadó enormemente y se negó a reconocerlo, insistiendo que no era el que había comprado. Estaba tan convencido que no retiró el automóvil, siendo el hijo quien lo hizo. Una vez en su domicilio, no volvió a utilizarlo.

Este tipo de manifestación fue descrita por primera vez en 1923, por los psiquiatras franceses, J. Capgras y J. Reboul-Lachaux, y considerada como un tipo de delirio, en el que la persona se muestra confusa, desorientada y fuera de la realidad, sin que recuerde o piense con claridad. Este estado mental suele aparecer de repente, y a menudo es temporal y tratable. Actualmente se conoce con el nombre del primero de ellos: «síndrome de Capgras».

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El síndrome de Capgras, tal como ocurrió en el caso del paciente, se caracteriza por que la persona que lo sufre está convencida de que alguien, o algún objeto estrechamente relacionado con él o ella, ha sido reemplazada por uno similar, que en el caso de una persona seria un impostor. La persona afectada puede señalar que el impostor o el objeto cambiado, aun siendo igual que el real, tiene algunas ligeras diferencias físicas que le reafirman en su convicción. Esta alteración fue descrita por primera vez en una persona que sufría esquizofrenia, aunque también se ha observado en personas que han sufrido ictus, epilepsias o que han consumido o consumen drogas. Cuando se produce este proceso, en este último colectivo, generalmente se observa en personas jóvenes.

En los últimos años la prevalencia del síndrome de Capgras ha aumentado notalmente, observándose en personas de edad avanzada que sufren enfermedades neurodegenerativas, sobre todo en las demencias. Es frecuente en la demencia con cuerpos de Lewy y en la enfermedad de Alzheimer, en las que se manifiesta entre el 10-15% y el 16-20% de los casos respectivamente.

Aunque se desconoce con exactitud qué circuitos cerebrales se afectan y cómo y por qué se produce este proceso, se ha observado que el síndrome de Capgras se presenta cuando el cerebro sufre un proceso degenerativo extenso que afecta especialmente al hemisferio cerebral derecho, y en el que se han interrumpido los circuitos neuronales que lo comunican con otras áreas cerebrales, sobre todo las temporales y las límbicas, que son las que están más implicadas en la memoria, la motivación, la expresividad emocional y en el comportamiento sexual y social.

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En su tratamiento se han utilizado casi todos los tipos de fármacos (antipsicóticos, antidepresivos, benzodiacepinas y agentes dopaminérgicos), con respuestas similares. Ante esta situación debe de acudir a su médico, que será quien le recomendará la medicación más adecuada para cada caso. En estas situaciones es importante dar el mayor soporte posible al cuidador del paciente ya que serán las personas que van a sufrir una mayor carga y angustia. Más aún cuando la persona enferma no reconoce al cónyuge o a alguno de sus hijos. En estas situaciones, al igual que en otros tipos de deterioro cognitivo secundario a enfermedades neurodegenerativas, como el caso de la enfermedad de cuerpos de Lewy o la de Alzheimer, se puede producir fácilmente un aislamiento social y falta de comprensión y apoyo, tanto por los familiares como por los amigos.

De ahí la importancia de la detección e intervención precoz de este tipo de manifestación, ya que permitirá con su reconocimiento dar la oportunidad de tranquilizar el malestar e incertidumbre que sufre el cuidador ante esta extraña situación. La intervención por los profesionales de la salud permitirá la puesta en práctica de las medidas adecuadas para cada situación, tanto farmacológicas como no farmacológicas, al mismo tiempo que una planificación inmediata para la atención, no solo del paciente, sino también de su cuidador.

Dr. Secundino López Pousa

Cómo citar esta página:

López Pousa, S. El rincón del experto: Vivo con un impostor [en línea]. Circunvalación del Hipocampo, marzo 2020 [Consulta: 22 de noviembre de 2024]. Disponible en: https://www.hipocampo.org/rincon-del-experto/ExpertCase0008.asp.

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Última actualización de esta página: 15-3-2020.
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Última actualización en el sitio web: 22 de noviembre de 2024
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