Varón con una prominente pérdida de autoactivación psíquica tras efectuársele una arteriografía coronaria.
A excepción del declive de su memoria, los síntomas acompañantes quedaron restringidos a la fase aguda. El síndrome neuroconductual consistía principalmente en apatía, indiferencia, escasa motivación y embotamiento afectivo, y se mantuvo sin cambios durante todo el período de seguimiento (18 meses).
Se define la demencia vascular como el síndrome que cursa con afectación global de las funciones intelectuales causado por lesiones cerebrales secundarias a patología vascular. Más a menudo está en relación con la presencia de infartos cerebrales múltiples grandes y/o pequeños, generalmente ocurridos a lo largo de eventos vasculares repetidos.
Sin embargo, se ha acuñado el término de demencia por infarto estratégico para referirnos a aquella que se establece tras un infarto cerebral único pero localizado en áreas cerebrales de gran valor estratégico para la cognición y la conducta. A la hora del desarrollo de esta demencia influye no solo la funcionalidad propia del área lesionada, sino también los procesos de desaferentización que se producen en otras áreas cerebrales conectadas con ésta.
Dentro del síndrome de demencia por infarto estratégico podríamos diferenciar las demencias de tipo cortical, donde el máximo exponente lo constituye la afectación isquémica del gyrus angularis del hemisferio dominante (afectación de área de integración y asociación de funciones lingüísticas, matemáticas y de praxis constructiva) y las de tipo subcortical, en donde la denominada demencia talámica constituye el ejemplo más representativo. Esta última se relaciona con infartos talámicos del hemisferio dominante o paramedianos bilaterales, debidos a obstrucción de vasos perforantes, en personas con factores de riesgo cerebrovascular como hipertensión arterial, diabetes mellitus, hiperlipemia, etc.
Sus rasgos neuropsicológicos más prominentes son la apatía, la alteración de funciones ejecutivas, los cambios de humor, el enlentecimiento mental, la pérdida de iniciativa, así como la disfasia (fluidez verbal reducida, con comprensión y repetición conservadas) si se afecta el lado dominante.
La Resonancia Nuclear Magnética (RNM) encefálica axial en T1 (Time 1), realizada a los 6 meses del ictus, muestra infarto bitalámico asimétrico, siendo más prominente en tálamo izquierdo.
Imagen reproducida de: S. Engelborghs, P. Marien, B. A. Pickut, S. Verstraeten, P. P. De Deyn. Loss of Psychic Self-Activation After Paramedian Bithalamic Infarction. Stroke. 2000;31:1762-1765. © 2000 American Heart Association, Incorporated.
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