El doctor Román Alberca Serrano es Neurólogo, Jefe de Servicio de Neurología (Unidad de Alteraciones de Memoria y Enfermedad de Alzheimer) del Hospital Universitario "Virgen del Rocío" de Sevilla.
Es autor de numerosas publicaciones sobre demencias, y acaba de ver la luz la segunda edición de su libro "Enfermedad de Alzheimer y otras demencias", que dirige conjuntamente con el doctor Secundino López-Pousa.
Circunvalación del Hipocampo: Doctor Alberca, ¿cuánto tiempo ha llevado la gestación de esta nueva edición de su libro, en la que ha tenido que coordinar el trabajo de más de treinta especialistas, todos ellos de reconocido prestigio?
Doctor Alberca: El doctor López-Pousa y yo hemos trabajado alrededor de dos años en esta nueva edición. Sin duda, ha sido un trabajo más rápido y gratificante que el de la primera edición, ya que los autores han colaborado estrechamente con nosotros y han entregado sus capítulos con gran rapidez, lo que ha permitido que el libro mantenga su actualidad al aparecer en las librerías.
Esto, que puede parecer algo capcioso, no lo es en absoluto porque el progreso en el campo de la demencia y la enfermedad de Alzheimer es tan rápido que un libro de estas características, multiautor, tiende a estar anticuado el mismo día de su aparición.
Por supuesto, quienes colaboran en este libro, la mayoría neurólogos, son expertos en los temas que tratan. Los editores podemos decir con orgullo que es una extraordinaria contribución de la Neurología al campo de la demencia en nuestro país, en el bien entendido que junto a nosotros hay otros especialistas y que ni mucho menos pretendemos una exclusividad en este campo, sino solamente rendir un servicio.
Circunvalación del Hipocampo: ¿Cuales son las diferencias sustanciales con la anterior edición?
Doctor Alberca: En primer lugar, hay una reordenación de los capítulos, como ha sucedido con las demencias de comienzo focal, cuya concepción ha cambiado básicamente en estos años. Si, por ejemplo, hablamos de la enfermedad de Alzheimer, nuestros conocimientos acerca de los factores de riesgo son mucho mayores, lo que a su vez abre perspectivas inéditas en su prevención y obliga a su constante actualización.
También se ha avanzado en la fisiopatología y patogenia, lo que ha tenido consecuencias terapéuticas, en especial en lo referente a la inmunización y transmisión pasiva de anticuerpos.
En el diagnóstico se ha mejorado considerablemente. Ya se plantea el diagnóstico "predemencial" de la enfermedad de Alzheimer con una base bastante segura, lo que permitirá nuestra intervención terapéutica - apenas dispongamos de tratamientos con este fin - mucho más precoz, lo que permitirá detener la enfermedad antes de aparecer la demencia.
Y desde el punto de vista farmacológico también disponemos de nuevos anticolinesterásicos que utilizamos en nuestra práctica diaria. La referencia a la tacrina se ha convertido en algo histórico y se dedica mucho más tiempo a los nuevos, como son el donepezilo, la rivastigmina y la galantamina.
Por supuesto, también se ha avanzado en el conocimiento de las demencias vasculares e incluso han tenido que actualizarse las demencias sintomáticas: las demencias por priones y sus nuevas variedades es el mejor ejemplo.
Circunvalación del Hipocampo: Los síntomas conductuales y psicológicos de las demencias (también contemplados en su libro) son quizás los que más sobrecarga ocasionan a los cuidadores, y el arsenal terapéutico no parece haber cambiado sustancialmente para ellas en los últimos años salvo en lo relativo a la reducción de efectos colaterales. ¿Hay en estos momentos líneas de investigación prometedoras para estas alteraciones?
Doctor Alberca: Sin duda, existen nuevas líneas de investigación tanto desde el punto de vista etiopatogénico, como del clínico y terapéutico. Por ejemplo, el grupo de Pittsburgh intenta determinar los componentes genéticos que intervienen en la aparición de los síntomas psicóticos y que pueden definir subtipos de enfermedad de Alzheimer. Han aparecido nuevas escalas para cuantificar estas alteraciones que se pueden aplicar por el médico de atención primaria.
Respecto a los tratamientos, conocemos hoy mucho mejor la potente acción conductual de los anticolinesterásicos, efecto del que apenas si se hablaba hace unos años, de manera que estos medicamentos son obligados antes de introducir otros tratamientos.
Finalmente, también ha aumentado nuestro conocimiento acerca de los efectos de los antipsicóticos clásicos o típicos en la demencia tanto desde el punto de vista positivo como del negativo y, en consecuencia, los utilizamos mucho mejor. Al mismo tiempo han aparecido nuevos trabajos sobre la acción de los antipsicóticos atípicos en estas enfermedades.
Realmente, el progreso ha sido considerable porque ya podemos administrar estos medicamentos basándonos no en conocimientos genéricos sobre su uso en la psicosis y agitación del enfermo psiquiátrico, sino en datos obtenidos en pacientes dementes.
La "Circunvalación": Aunque aún no existe un tratamiento "oficial" aprobado para la demencia vascular (aparte de las medidas de prevención del riesgo), existen ya comunicaciones y artículos sugiriendo un posible efecto beneficioso tanto de los anticolinesterásicos como de la próximamente disponible memantina. ¿Cuál es su opinión a este respecto?
Doctor Alberca: Como sucede en el resto de la medicina, en el campo de la demencia los nuevos tratamientos se basan en consideraciones fisiopatológicas y etiopatogénicas y los resultados se comprueban luego en los ensayos clínicos. En este sentido, parece ya razonable pensar que se aprobará el uso de los anticolinesterásicos en el campo de la demencia vascular e igual se puede decir de la memantina, un medicamento que se espera que sea polivalente debido a su mecanismo de acción.
Circunvalación del Hipocampo: A pesar del auge que han experimentado el estudio y la difusión de todo lo relativo a las demencias, en nuestro medio aún parece faltar la concienciación necesaria para que los pacientes lleguen precozmente a la consulta especializada. ¿Qué cree que nos falta para el despegue?
Doctor Alberca: Fundamentalmente, que nuestras autoridades sanitarias y los propios médicos crean firmemente que diagnosticar y tratar a estos enfermos es algo positivo y, sin duda, su primera obligación.
Tengo la impresión de que algunos médicos y no pocos "políticos" no creen que se haya progresado tanto en el campo de las demencias en general y de la enfermedad de Alzheimer en concreto, lo que conlleva una actitud nihilista hacia estas enfermedades. Y, sin embargo, yo diría que tener esta actitud perjudica extraordinariamente a pacientes y familias que soportan esta grave enfermedad.
Una vez conseguida la concienciación se necesitan, además, medios económicos y una organización adecuada que integre todos los escalones asistenciales y sociales.
Circunvalación del Hipocampo: En el caso concreto de nuestra Comunidad Autónoma, las autoridades sanitarias han aplicado a las demencias uno de los capítulos de la llamada "Gestión por Procesos Asistenciales". ¿Cree que esto se materializará realmente en una mejor atención de estas patologías en Andalucía?
Doctor Alberca: Por desgracia, aún no conozco con exactitud en qué consiste la propuesta de la "Gestión por Procesos Asistenciales" en lo referente a las demencias, ya que no he participado en su elaboración. De todas formas, conozco lo propuesto en algún otro campo.
En mi opinión, la Gestión por Procesos tiene aspectos positivos, el mayor de ellos su intento de mejorar la asistencia de los pacientes y hacerlo mientras dure la enfermedad, con la posibilidad de que el enfermo acceda con facilidad al punto asistencial adecuado. Por desgracia, puede encerrar el grave riesgo de aumentar de forma insoportable la población a asistir, lo que es especialmente serio en el campo de la demencia.
Hay que recordar que algún estudio epidemiológico especialmente riguroso ha demostrado que un tercio de las personas mayores de 65 años son normales, otro tercio tienen un déficit cognitivo "menor" y otro tercio están demenciados. A ello hay que sumar que en torno al 40% de las personas mayores de 50 años tienen una queja subjetiva de pérdida de memoria.
Finalmente, muchos de los pacientes deprimidos que aquejan una pérdida de memoria son enviados como posibles demencias. Esto quiere decir que el número de personas a atender puede desbordar cualquier previsión y que la Gestión por Procesos puede tender a incrementar la solicitud de asistencia.
Se supone que una gestión de este tipo es un bien en sí misma porque pretende mejorar la asistencia, pero realmente, habría sido muy positivo determinar objetivos médicos y asistenciales concretos mensurables y realizar un estudio preliminar en un área limitada para determinar las necesidades reales y ver las ventajas e inconvenientes y corregir estos.
De hecho, que yo sepa no hay dotación económica, de personal o de material, específica en los correspondientes Servicios para la implantación de la Gestión por Procesos, lo que podría deberse a que las autoridades opinan que la propia Gestión por Procesos liberará medios al utilizarlos mejor. La realidad puede ser justamente la contraria.
Con lo que hay que contar con certeza es que los Servicios de Neurología ya no pueden soportar más carga de trabajo y el paciente demente debe ser mejor atendido de lo que en la actualidad permiten los medios que se liberan con este fin.
Circunvalación del Hipocampo: Doctor Alberca, muchísimas gracias por haber dedicado su tiempo a los usuarios de La Circunvalación, y nuestros mejores deseos para la difusión de su nuevo libro.
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