Raquel Gutiérrez Zúñiga es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada, y Doctora en Medicina por la Universidad Autónoma de Madrid, además de una consumada pianista.
Completó la residencia en Neurología en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada, y posteriormente ha trabajado como investigadora predoctoral y adjunta de Neurología en el Hospital Universitario «La Paz» de Madrid. Ha completado su formación con estancias en el Gordon Center for Medical Imaging de la Universidad de Harvard y como postdoctoral en el Trinity College de Dublín. En la actualidad trabaja en el Hospital Universitario «La Luz» del Grupo Quirónsalud en Madrid.
Fue seleccionada por el Global Brain Health Institute (GBHI), organización que tiene por misión reducir el impacto de las demencias en la población mediante la formación de la próxima generación de líderes en salud cerebral.
Tiene experiencia en la atención a artistas que se ven afectados por un proceso demenciante (artistas dementes) y en la insólita circunstancia de personas que, como consecuencia de su proceso degenerativo, desarrollan habilidades artísticas (dementes artistas), tema sobre el cual le agradecemos que nos conceda esta entrevista a La Circunvalación del Hipocampo.
Circunvalación del hipocampo: ¿En qué medida los procesos neurodegenerativos afectan a las capacidades o habilidades artísticas?
Dra. Gutiérrez Zúñiga: La actividad artística, aparte de una innata capacidad creativa, precisa de la puesta en marcha de unas adecuadas capacidades técnicas además del correcto funcionamiento y coordinación de funciones cognitivas como la memoria, las funciones visuoespaciales y el pensamiento simbólico y abstracto, aparte de una adecuada motivación.
Los procesos neurodegenerativos en general disminuyen y alteran estas funciones cognitivas de los pacientes y, por tanto, la capacidad creativa y artística puede verse mermada de forma lentamente progresiva hasta llegar a perderse, tras pasar por una fase de simplificación como bien se muestra en los cuadros sucesivos del puente de Rialto de Carolus Horn (ver en Maurer & Prvulovic 2003), artista afecto de una enfermedad de Alzheimer; o los autorretratos seriados de William Utermohlen (ver en Crutch SJ, et al. 2003), también afecto del mismo proceso, pintó a lo largo de su enfermedad.
En algunos casos, no obstante, y dependiendo del tipo de proceso patológico, antes de este declive de la capacidad artística, se puede asistir a un cambio en el estilo o la temática del artista; así, hay quien especula que el clásico «Bolero» de Maurice Ravel, no es más que la expresión de una conducta perseverante muy característica de la Degeneración Frontotemporal que padeció este compositor. Hay también quien ha especulado que las pinturas negras del final de la vida de Goya en la que se incluyen temas procaces o contenidos terroríficos, son fruto de la extraña enfermedad del final de su vida que algunos consideran que pudo ser una neurosífilis, que de forma característica conduce a conductas desinhibidas.
Goya: Pinturas Negras (imagen decorativa)
Circunvalación del hipocampo: ¿Todos los procesos neurodegenerativos afectan por igual a estas capacidades?
Dra. Gutiérrez Zúñiga: No todos los procesos afectan por igual a estas capacidades ni incluso a aspectos específicos de las mismas en las que por un lado hemos de tener en cuenta aspectos artísticos (calidad, creatividad, técnica) y por otro, aspectos relativos al contenido (abstracción, expresión emocional, simbolismo). Por ejemplo, la Degeneración Frontotemporal en sus distintas variantes, altera de forma característica el lenguaje y la conducta de los pacientes y preserva relativamente la memoria y las capacidades visuoespaciales, esto explica que en este proceso se preserve relativamente la capacidad técnica y sea más frecuente el cambio de estilo (giro hacia lo simbólico) o cambios hacia temáticas desinhibidas o delusionales.
En la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Cuerpos de Lewy, se suelen afectar de forma muy precoz e importante las funciones visuoespaciales, lo que explica que los cambios en este caso tiendan a afectar los aspectos artísticos que resultan alterados de forma precoz, con una repercusión más variables en las temáticas y contenidos.
Algunos autores han pretendido un análisis sistemático de estos cambios, sin que se haya podido definir una firma característica más allá de estos rasgos generales señalados (Pelovski M, et al, 2022).
Circunvalación del hipocampo: ¿La aparición de novo de habilidades artísticas en personas con procesos neurodegenerativos es frecuente?; ¿es selectiva para una determinada habilidad (pintura, etc.)?
Dra. Gutiérrez Zúñiga: La aparición de habilidades creativas y artísticas como consecuencia de una enfermedad es algo excepcional pero bien conocido y no se limita sólo a la pintura, existen casos en los que aparecen habilidades para la escultura, la narrativa, la poesía o incluso la música (Ekkinen MG, et al. 2018).
Hay casos también de artistas de una disciplina en los que, como consecuencia de un proceso de este tipo, afloran habilidades artísticas de otra naturaleza, como el caso de un pintor con Degeneración Frontotemporal que comenzó a componer canciones (Gutiérrez Zúñiga R, 2018).
Circunvalación del hipocampo: ¿Por qué mecanismo los procesos neurodegenerativos pueden producir este fenómeno? ¿Puede aparecer en otros procesos patológicos no degenerativos?
Dra. Gutiérrez Zúñiga: La aparición de nuevas habilidades artísticas o modificación de las previas es un fenómeno que aparece casi exclusivamente en casos de Degeneración Frontotemporal, un trastorno en el que se preservan relativamente la memoria y las capacidades visuoespaciales y que afecta de forma si no selectiva, sí predominante, a los lóbulos frontales, área que tiene un papel esencial en el control y dirección del funcionamiento del resto del cerebro. La pérdida de este papel de control sobre las áreas preservadas se traduce en una «liberación» de la actividad de los circuitos cerebrales implicados de forma directa en la creación artística. Este mecanismo se ha denominado «facilitación funcional paradójica» ya que el deterioro de la actividad de una zona cerebral, se traduce en liberación y exaltación de la actividad en otras zonas o circuitos cerebrales. No obstante, la aparición de estas habilidades no sólo requiere la liberación de estas zonas, sino también la existencia de ciertas condiciones y habilidades previas aun cuando éstas hayan pasado desapercibidas y no se hayan desarrollado (Friedberg A, et al. 2023).
Este fenómeno puede aparecer también en otros procesos que afecten a los lóbulos frontales y está bien descrito en pacientes psiquiátricos que en algunos casos también desarrollan y manifiestan habilidades artísticas de novo. El artista Jean Debuffet acuñó el término Art Brut (arte marginal) para referirse a las manifestaciones artísticas llevadas a cabo por pacientes psiquiátricos, aspecto relativamente frecuente y que cuenta con un museo específico y exclusivo en Laussanne.
También se han descrito algunos casos relacionados con tumores o problemas vasculares. En esta línea podemos considerar el «síndrome de Gourmand» en el que los pacientes desarrollan un interés inusitado y habilidades para la preparación, presentación y degustación de platos exquisitos y sofisticados. Algunos de estos pacientes se han convertido en críticos gastronómicos (Gallo M, et al 2014).
Circunvalación del hipocampo: Las habilidades artísticas. ¿modifican el curso de los procesos neurodegenerativos?
Dra. Gutiérrez Zúñiga: No hay evidencia de que las habilidades artísticas modifiquen el curso de las enfermedades neurodegenerativas, pero sí hay mucha evidencia a favor de que la práctica de actividades artísticas mejora la capacidad cognitiva de sujetos sanos (Román-Caballero R, et al. 2018) y también es una terapia no farmacológica eficaz en enfermedades degenerativas como la enfermedad de Alzheimer, ya sea como forma de estimulación cognitiva o como técnica de manejo no farmacológico de síntomas neuropsiquiátricos asociados, reduciendo la ansiedad, aumentando la capacidad de atención, el comportamiento social y la autoestima. Además, mejora la relación con el cuidador, facilita la comunicación entre el cuidador y el paciente así como mejoría en la calidad de vida global (Emblad SYM & Mukaetova-Ladinska EB, 2021).
Bibliografía recomendada
Cómo citar esta entrevista:
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