Emborracharse hasta perder el conocimiento está asociado a un aumento del doble en el riesgo de demencia, sin importar el consumo promedio de alcohol, de acuerdo con los hallazgos de un amplio estudio, con más de 130 000 participantes, que acaba de ser publicado en la revista Journal of the American Medical Association Network Open (JAMA Netw Open).
Hasta ahora, la evidencia sobre el consumo de alcohol como factor de riesgo se relacionaba habitualmente con el consumo promedio de alcohol, mientras que el papel de la pérdida de consciencia inducida por el alcohol sobre el riesgo de demencia no se había determinado. Los autores diseñaron este estudio para examinar el riesgo de demencia asociado tanto al consumo global de alcohol, como a la pérdida de consciencia con el mismo, en un grupo poblacional de bebedores activos.
Se incluyeron un total de 131 415 participantes, de 7 cohortes de Reino Unido, Francia, Suecia y Finlandia. Basalmente (1986-2012) los participantes tenían entre 18 y 77 años de edad (media de edad 43.0 ± 10.4), reportaron basalmente su consumo de alcohol, y ninguno estaba diagnosticado de demencia. Se les fue examinando para el posible diagnóstico de una demencia durante un seguimiento medio de 14.4 años (en un rango entre 12.3 y 30.1 años). El análisis de los datos se llevó a cabo entre el 17 de noviembre de 2019 y el 23 de mayo de 2020.
Se utilizaron dos criterios diferentes para definir un consumo semanal intenso de alcohol: el de Reino Unido (más de 14 unidades de alcohol), y el de EE. UU. (más de 21 unidades de bebida). Una unidad de alcohol en Reino Unido equivale a 8 g (10 ml) de alcohol puro, mientras que una unidad de bebida en EE. UU. equivale a 14 g (17.7 ml) de alcohol puro. La incidencia de demencia y de trastornos relacionados con el alcohol desde el inicio del estudio hasta 2016 se tomó de los registros de salud relacionados con los sujetos.
1081 participantes desarrollaron demencia. Tras ajustar los datos para los confundidores potenciales, la tasa de riesgo fue de 1.16 para los consumidores de un promedio superior a 14 unidades de alcohol por semana, en comparación con los que tomaron entre 1 y 14 unidades de alcohol semanalmente. Dicha tasa de riesgo fue de 1.22 para los consumidores de más de 21 unidades de bebida semanal, en comparación con aquellos con 1-21 unidades de bebida.
De los 96 591 participantes que reportaron haber sufrido algún episodio de pérdida de consciencia, 10 004 (el 10.4%) informaron de haberla perdido a causa del alcohol dentro de los últimos 12 meses. La asociación entre demencia y pérdida de consciencia relacionada con el alcohol fue observada tanto en varones (con una tasa de riesgo de 2.86) como en mujeres (con una tasa de riesgo de 2.09) durante los primeros 10 años de seguimiento del estudio.
La tasa de riesgo media, sin discriminación por sexos, fue de 2.72 durante los 10 primeros años de seguimiento, y de 1.86 si se excluía ese primer decenio. Por otra parte, la tasa de riesgo fue de 2.21 para los participantes con edad basal <65 años, y de 2.25 para los de edad ≥65 años.
En base a sus resultados, los autores concluyen que:
«Los hallazgos de este estudio sugieren que la pérdida de consciencia inducida por el alcohol, independientemente del consumo promedio de alcohol, está asociada a un subsiguiente incremento en el riesgo de demencia».
Referencia bibliográfica: Mika Kivimäki, Archana Singh-Manoux, G. David Batty, Séverine Sabia, Andrew Sommerlad, Sarah Floud et al. Association of Alcohol-Induced Loss of Consciousness and Overall Alcohol Consumption With Risk for Dementia. JAMA Netw Open 2020; digital object identifier (doi): 10.1001/jamanetworkopen.2020.16084.
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