Los primeros datos procedentes del ensayo Anti-Amyloid Treatment in Asymptomatic Alzheimer's Disease (A4) respaldan la hipótesis de que la presencia de niveles altos de amiloide en el cerebro representa un estadio preclínico temprano de la enfermedad de Alzheimer (EA).
El análisis de estos datos, publicados en la revista Journal of the American Medical Association - Neurology (JAMA Neurol), mostró que el amiloide cerebral elevado en adultos mayores clínicamente normales se asociaba a unos resultados más bajos en los test cognitivos, y en la apreciación subjetiva de cambios sutiles en la función cognitiva.
El estudio A4 es un ensayo de prevención de la EA todavía en marcha, llevado a cabo sobre individuos mayores clínicamente normales, pero con evidencia de amiloide cerebral elevado. El gran número de participantes con cribado mediante tomografía por emisión de positrones de amiloide (PET-amiloide) y evaluaciones estandarizadas aporta una oportunidad sin precedentes para evaluar los factores asociados al amiloide cerebral elevado.
El estudio que comentamos incluye los datos del estudio A4 recogidos desde abril de 2014 hasta diciembre de 2017, clasificados en base al estatus de amiloide. Los datos fueron analizados desde 2018 a 2019 en 67 lugares de Estados Unidos, Canadá, Australia y Japón, con 4486 participantes (de 65 a 85 años de edad) candidatos para PET-amiloide, clínicamente normales.
Los participantes positivos para beta-amiloide (βA+) tenían una media de edad ligeramente superior a la de los negativos (βA−), no existiendo diferencias en otros parámetros, como sexo, nivel educativo, estado marital, estado laboral (activo vs. retirado) ni estilo de vida autorreportado.
Entre los sujetos βA+ era más frecuente tener una historia familiar de demencia, y también tener al menos un alelo ε4 de la apolipoproteína E (APOE-ε4). Los participantes βA+ mostraron un peor rendimiento en los resultados cognitvos, y unas puntuaciones de cambio más altas en el Índice de Función Cognitiva.
En sus conclusiones, los autores indican que:
«Entre miembros de un gran grupo de cribado de individuos, para un ensayo de prevención de la EA, el amiloide cerebral elevado estaba asociado a historia familiar y a presencia de APOE-ε4, pero no a otros múltiples factores reportados como de riesgo para EA. El amiloide elevado estaba asociado a unos resultados más bajos del rendimiento en los test, y a un mayor número de autorreporte de declives sutiles recientes en la función cognitiva en el día a día. Estos resultados respaldan la hipótesis de que el amiloide elevado representa un estadio precoz en el continuum del alzhéimer, y demuestran la viabilidad de reclutar a estos participantes de alto riesgo, para ensayos de prevención secundaria dirigidos a retardar el declive cognitivo durante los estadios preclínicos de la EA».
Referencia bibliográfica: Reisa A. Sperling, Michael C. Donohue, Rema Raman, Chung-Kai Sun, Roy Yaari, Karen Holdridge et al. Association of Factors With Elevated Amyloid Burden in Clinically Normal Older Individuals. JAMA Neurol 2020; digital object identifier (doi): 10.1001/jamaneurol.2020.0387.
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