La combinación de infartos subclínicos grandes y pequeños en el cerebro, durante la edad madura, puede acelerar el riesgo de declive cognitivo en los siguientes años de vida, según afirma un grupo de investigadores en un artículo publicado en la revista Annals of Internal Medicine (Ann Intern Med).
Se sabe que los infartos silentes más pequeños (de menos de 3 mm de diámetro) están asociados tanto al ictus como a la mortalidad por ictus, pero su relación con el declive cogntivo aún no es bien conocida. Los autores diseñaron este estudio para caracterizar las posibles asociaciones de infartos subclínicos cerebrales pequeños, grandes, y pequeños combinados con grandes, presentes durante la madurez, con el declive cognitivo sufrido a lo largo de 20 años..
Se trata de un estudio de cohorte longitudinal, llevado a cabo sobre participantes sin infartos cerebrales previos, con 50 años de edad o más, en dos sedes del estudio Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC), con datos de imágenes de resonancia magnética (de 1993 a 1995) y con hasta 5 evaluaciones cognitivas por participante a lo largo de 20 años.
La presencia de los infartos subclínicos fue categorizada como de: ninguno, solo pequeños (<3 mm), solo grandes (3 a 20 mm), o tanto pequeños como grandes. Las puntuaciones Z cognitivas globales se derivaron de una batería de test cognitivos administrada en hasta 5 ocasiones. Se estimaron las asociaciones entre infartos y declive cognitivo mediante modelos ajustados de efectos mixtos. Los resultados son la diferencia promedio en declive cognitivo estandarizado asociado a infartos versus no infartos.
Entre los 1884 participantes (media de edad de 62 años, un 50% de raza negra, un 60% de mujeres), el 86% (1611) no tuvieron infartos, el 3% (50) tuvieron solo pequeños infartos, el 10% (185) solo grandes, y el 2% (35 sujetos) tanto pequeños como grandes. Los participantes con ambos tipos de infarto tuvieron un declive cognitivo más pronunciado, de más de media desviación estándar, en comparación con quienes no tuvieron ninguno. Las cifras de declive cognitivo de quienes tuvieron solo infartos pequeños o grandes fueron similares, pero sin mostrar diferencia significativa con los que no habían tenido ninguno.
Los autores admiten que la poca cantidad de participantes con solo infartos pequeños o con una combinación de ambos tamaños de infarto puede suponer una limitación del estudio, al igual que la falta de datos de recuento de infartos pequeños y de volúmenes de hiperintensidades en la sustancia blanca.
En sus conclusiones, los autores indican que:
«El sustancial declive cognitivo vinculado a haber sufrido infartos tanto pequeños como grandes, pero no solo infartos grandes, desde la madurez, sugiere que la combinación de infartos pequeños y grandes puede elevar vertiginosamente el riesgo de que, personas que no han sufrido un ictus, padezcan declive cognitivo más adelante en su vida».
Referencia bibliográfica: B. Gwen Windham, Michael E. Griswold, Steven R. Wilkening, Dan Su, Jonathan Tingle, Laura H. Coker et al. Midlife Smaller and Larger Infarctions, White Matter Hyperintensities, and 20-Year Cognitive Decline: A Cohort Study. Ann Intern Med 2019; digital object identifier (doi): 10.7326/M18-0295.
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