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Beneficios del control de la tensión en el alzhéimer

Esfigmomanómetro digital (imagen decorativa)

© iStock.com/FreezeFrameStudio

Un nuevo estudio, publicado en la revista Hypertension, sugiere que el tratamiento antihipertensivo puede tener efectos cerebrovasculares beneficiosos en pacientes con enfermedad de Alzheimer leve a moderada.

Este estudio, que forma parte del amplio ensayo Nilvadipine in Alzheimer Disease (NILVAD), ha analizado el flujo cerebral de 44 pacientes con enfermedad de Alzheimer, asignados aleatoriamente para recibir nilvadipino (un antihipertensivo calcioantagonista) o placebo durante un periodo de 6 meses, comprobándose que el descenso obtenido de la tensión arterial no afectaba al flujo cerebral salvo en el hipocampo, donde aumentaba.

Desde los inicios del desarrollo de la enfermedad de Alzheimer se producen cambios cerebrovasculares, que incluyen cambios en el flujo cerebral, y que aceleran la progresión de la enfermedad.

En este estudio aleatorizado, a doble ciego y controlado con placebo, se investigó cómo afectaría al flujo cerebral de pacientes con alzhéimer leve a moderado el tratamiento con nilvadipino durante un periodo de seis meses. El flujo cerebral se midió mediante resonancia magnética de spin labelling arterial en la sustancia gris del cerebro, tanto globalmente como de algunas regiones concretas de interés definidas a priori, como el hipocampo.

Se seleccionaron 58 pacientes (29 en cada grupo), de los que finalmente no tenían contraindicaciones para resonancia magnética 44 sujetos (22 en cada grupo), a los que se medicó con nilvadipino o placebo, según el grupo, durante 6 meses. La media de edad era de 72,8±6,2 años, y su Minimental State Examination (MMSE) medio era de 20,4±3,4 puntos.

El nilvadipino redujo la presión arterial en torno a 11,5 mm de Hg de promedio, y se comprobó que tal reducción no afectaba al flujo sanguíneo de la sustancia gris cerebral globalmente, que permanecía estable, mientras que incrementaba dicho flujo en el hipocampo. No hubo cambios significativos en el flujo en las otras regiones seleccionadas a priori, como por ejemplo el córtex cingulado posterior.

En conclusión, según opinan los autores,

«El nilvadipino redujo la presión arterial e incrementó el flujo sanguíneo cerebral en el hipocampo, mientras que otras regiones mostraron un flujo estable o incrementos del mismo pequeños y no significativos. Estos hallazgos no solo indican la conservación de la autorregulación cerebral en la enfermedad de Alzheimer, sino que también apuntan a efectos cerebrovasculares beneficiosos del tratamiento antihipertensivo».

Referencia bibliográfica: Daan L.K. de Jong, Rianne A.A. de Heus, Anne Rijpma, Rogier Donders, Marcel G.M. Olde Rikkert, Matthias Günther et al. Effects of Nilvadipine on Cerebral Blood Flow in Patients With Alzheimer Disease: A Randomized Trial. Hypertension 2019; digital object identifier (doi): https://doi.org/10.1161/HYPERTENSIONAHA.119.12892.

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