Cada día hay más pruebas de que podemos reducir nuestro riesgo de declive cognitivo con hábitos-clave para nuestro estilo de vida.
El decálogo «10 Ways to Love Your Brain», de la Alzheimer's Association, está basado en la evidencia científica más reciente.
Siempre que pueda, combine estos hábitos saludables para alcanzar el máximo beneficio para el cerebro y todo su cuerpo. Comience ahora, nunca es demasiado tarde —ni demasiado pronto— para adquirir hábitos beneficiosos para nuestra salud.
Involúcrese con regularidad en el ejercicio cardiovascular, que eleva su ritmo cardíaco y aumenta el flujo sanguíneo al cerebro y a todo el cuerpo. Varios estudios han encontrado una asociación entre la actividad física y la reducción del riesgo de declive cognitivo.
La educación formal en cualquier etapa de la vida ayudará a reducir su riesgo de declive cognitivo y demencia. Por ejemplo, tome clases en una escuela local, en un centro de la comunidad, u online.
La evidencia científica muestra que el tabaco aumenta el riesgo de declive cognitivo. Abandonar el tabaco puede reducir ese riesgo a niveles comparables a los de aquellos que nunca han fumado.
La evidencia científica muestra que los factores de riesgo para enfermedad cardiovascular e ictus —obesidad, tensión arterial elevada y diabetes— inciden negativamente en su salud cognitiva. Cuide su corazón, que su cerebro podría seguirle.
Una lesión cerebral puede elevar su riesgo de declive cognitivo y demencia. Use correctamente el cinturón de seguridad, lleve casco cuando haga deportes de contacto o vaya en moto o bicicleta, y tome medidas para prevenir caídas.
Tome una dieta saludable y equilibrada, que sea baja en grasa y rica en fruta y verdura, para ayudar a reducir el riesgo de declive cognitivo. Aunque la investigación sobre dieta y función cognitiva es limitada, algunas dietas, como la Mediterránea, pueden contribuir a la reducción del riesgo.
No dormir lo suficiente debido a condiciones como el insomnio o la apnea del sueño puede resultar en problemas con la memoria y el pensamiento.
Algunos estudios vinculan una historia de depresión con un mayor riesgo de declive cognitivo, así que solicite tratamiento médico si tiene síntomas de depresión, ansiedad u otros problemas de salud mental. Además, intente gestionar el estrés.
Mantenerse involucrado socialmente puede ayudar a la salud cerebral. Practique actividades sociales que tengan sentido para usted. Encuentre maneras de participar en su comunidad local. Si le gustan los animales, considere hacerse voluntario en una protectora local. Si le gusta cantar, entre en un coro local o ayude en alguna actividad extraescolar. O, simplemente, comparta actividades con amigos y familiares.
Rete y active a su mente. Monte un mueble. Complete un rompecabezas. Haga algo artístico. Juegue a cosas como el bridge, que le hará pensar con estrategia. Retar a su mente puede tener beneficios para su cerebro a corto y largo plazo.
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