Los periodos prolongados de sedestación durante la madurez se asocian a atrofia cerebral, de acuerdo con los datos de un trabajo de investigación publicado en la revista Public Library of Science One (PLoS ONE).
Utilizando imágenes de resonancia magnética, los investigadores hallaron que el comportamiento sedentario es un predictor significativo de adelgazamiento del lóbulo temporal medio (LTM) y de sus subestructuras.
Con el envejecimiento se produce normalmente atrofia del LTM, y esto tiene como resultado un empeoramiento de la memoria episódica. El ejercicio de mantenimiento aeróbico se correlaciona positivamente con el volumen total del hipocampo, una región del LTM muy estudiada y críticamente relacionada con la memoria, pero la actividad física no logra corregir los efectos perjudiciales de la conducta excesivamente sedentaria, ni siquiera con altos niveles de ejercicio.
No existen muchas investigaciones sobre asociaciones entre el comportamiento sedentario y la integridad del LTM. Los autores de este estudio han explorado las asociaciones entre el adelgazamiento del LTM y sus subregiones (CA1, CA23DG, giro fusiforme, subiculum y los córtex parahipocámpico, perirrinal y entorrinal), la actividad física y la conducta sedentaria.
Se evaluó a 35 sujetos sin demencia, de entre 45 y 75 años de edad (25 mujeres y 10 hombres) mediante el Physical Activity Questionnaire for older adults, que cuantifica los niveles de actividad física en unidades de equivalente metabólico del ejercicio (Metabolic Equivalent of Task —MET—) y pide también el promedio de horas horas diarias de sedestación. A todos los participantes se les realizaron imágenes de resonancia magnética mediante un escáner Siemens Allegra 3T, que permite un estudio detallado del LTM.
Tras controlar los datos en función de la edad, el grosor total del LTM se correlacionó de manera inversa con las horas de sedestación al día. En el análisis de las subregiones del LTM, los grosores parahipocámpico, entorrinal, cortical y del subiculum se correlacionaron inversamente con las horas de sedestación. No se apreciaron correlaciones significativas entre los niveles de actividad física y el grosor del LTM.
En base a estos resultados, los autores afirman:
«Aunque sean preliminares, nuestros resultados sugieren que los individuos sin demencia más sedentarios tienen un menor grosor del LTM. Los estudios futuros deberían incluir análisis longitudinales y explorar no solo los mecanismos, sino también la eficacia de la reducción de las conductas sedentarias para revertir esta asociación».
Referencia bibliográfica: Siddarth P, Burggren AC, Eyre HA, Small GW, Merrill DA. Sedentary behavior associated with reduced medial temporal lobe thickness in middle-aged and older adults. PLoS ONE 2018; digital object identifier (doi): 10.1371/journal.pone.0195549.
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