Cada vez es mayor la evidencia de que el entrenamiento cognitivo computarizado (ECC) puede ayudar a la cognición y reducir el riesgo de demencia, lo que ha resultado en una industria de software de más de mil millones de dólares. Sin embargo, la investigación más reciente sugiere que no todos los programas son iguales, lo que puede ser algo preocupante para el consumidor, ni tampoco es igual la forma en que se apliquen.
Recientemente se ha publicado en la revista Public Library of Sciences - Medicine (PLOS Med) un metaanálisis de 51 ensayos clínicos aleatorizados que incluyen a más de 4800 ancianos cognitivamente sanos, mostrando que el ECC basado en grupos y bajo la supervisión de un entrenador experimentado es significativamente más eficaz que el uso doméstico no supervisado, tanto en la cognición global como en la memoria y en la velocidad de procesamiento cognitivo, y que además son necesarios días de descanso entre sesiones.
Los autores buscaron estudios relevantes sobre el tema, de forma sistematizada, en varias bases de datos de publicaciones científicas como Medline, Embase y PsycINFO, a fecha de 9 de julio de 2014.
El efecto general del ECC frente a control resultó ser pequeño pero estadísticamente significativo, obteniéndose mejorías de pequeñas a moderadas en la memoria verbal y no verbal, memoria de trabajo, velocidad de procesamiento cognitivo y habilidades visoespaciales, no hallándose mejorías en cuanto a la función ejecutiva ni en cuanto a la atención.
Los análisis de los datos mostraron además que la administración de ECC en casa era ineficaz en comparación con la aplicación grupal supervisada por expertos, y que la realización de más de tres sesiones por semana era menos efectiva que la de tres sesiones semanales o menos, sugiriendo que el entrenamiento cognitivo, al igual que el entrenamiento físico, necesita de días de descanso entre sesiones. Apenas encontraron evidencia de mejoría cuando las sesiones eran inferiores a 30 minutos cada una.
Los hallazgos de este estudio sugieren que el ECC produce pequeñas mejorías en las funciones cognitivas en sujetos cognitivamente sanos, pero que su eficacia varía entre los distintos dominios cognitivos, y además está muy influenciada por el diseño de los programas de software utilizados.
El resultado más importante es que el ECC en el modo «hágalo usted mismo» en casa no es eficaz en absoluto, y que la eficacia real se produce en el trabajo en grupo supervisado por expertos, con una a tres sesiones por semana de al menos 30 minutos cada una.
Como el estudio se ha realizado sobre sujetos cognitivamente sanos, desconocemos si los resultados son aplicables a personas con deterioro cognitivo. Por otra parte, desconocemos también la duración de los efectos beneficiosos sobre los sujetos participantes y sus efectos sobre el riesgo de demencia a largo plazo, ya que los exámenes cognitivos fueron realizados inmediamente después de las sesiones de ECC.
En sus conclusiones, los autores indican que
«El ECC es modestamente eficaz en la mejoría del rendimiento cognitivo en los adultos mayores sanos, pero su eficacia varía a través de los distintos dominios cognitivos y está determinada en gran manera por su diseño. El entrenamiento en casa no supervisado y el entrenamiento más de tres veces por semana son especialmente ineficaces».
Referencia bibliográfica: Amit Lampit, Harry Hallock, Michael Valenzuela. Computerized Cognitive Training in Cognitively Healthy Older Adults: A Systematic Review and Meta-Analysis of Effect Modifiers. PLOS Med 2014; digital object identifier (doi): 10.1371/journal.pmed.1001756.
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