Nuevos criterios neuropatológicos del alzhéimer
La revista Alzheimer's & Dementia publica en su ejemplar del mes de enero el documento final con las directrices para la evaluación neuropatológica de la enfermedad de Alzheimer. Estas directrices describen los nuevos criterios neuropatológicos NIA-AA, siglas que corresponden al National Institute on Aging y a la Alzheimer's Association. Estas directrices sustituyen a las de consenso de 1997.
Los cambios más importantes que se han producido en estos nuevos criterios son:
- Ya no es necesario tener establecido un diagnóstico clínico de Alzheimer para poder hacer un diagnóstico neuropatológico de esta enfermedad. Queda reconocida en estos criterios por tanto la existencia de un estado preclínico de la enfermedad, y esto es quizás el cambio «filosófico» más importante de estas nuevas directrices.
- Desde el punto de vista técnico, se recomienda el protocolo de estadificación «ABC» para los cambios neuropatológicos de la enfermedad, basado en tres características morfológicas de la misma: «A» referida al depósito de amiloide, «B» relativa al protocolo de estadificación de ovillos neurofibrilares de Braak, y «C» por los criterios del sistema de puntuación de placas neuríticas del Consortium to Establish a Registry for Alzheimer's Disease (CERAD). El informe correspondiente a cada caso deberá seguir el formato de estos ejemplos: «Cambios Neuropatológicos de Enfermedad de Alzheimer: A1, B0, C0», o «Cambios Neuropatológicos de Enfermedad de Alzheimer: A3, B3, C3». La puntuación ABC es transformada a continuación en un Cambio Neuropatológico de Enfermedad de Alzheimer de niveles 1 a 4: No, Bajo, Intermedio, o Alto. La evaluación neuropatológica puede aplicarse a muestras tanto quirúrgicas como necrópsicas, pero la evaluación regional estará limitada a muestras de biopsia.
- Tienen en cuenta la comorbilidad: Aunque la enfermedad de Alzheimer es la causa más frecuente de demencia y puede existir de forma «pura», es muy común que coexista con cambios neuropatológicos de otras enfermedades que también pueden contribuir al deterioro cognitivo, como pueden ser la enfermedad de cuerpos de Lewy, la lesión vascular cerebral y la esclerosis hipocámpica, así como otros cambios neuropatológicos como la enfermedad granular argirofílica. Estos nuevos criterios tienen mucho más en cuenta estas comorbilidades, e incluyen un número mínimo recomendado de áreas cerebrales que han de incluirse en el estudio, así como cuáles son los métodos de análisis preferidos.
En el futuro probablemente se asociarán también test genéticos y biomarcadores como estudios de apoyo, pero ahora son más importantes otras cuestiones, como la estandarización protocolizada entre centros, de manera que todos los científicos implicados hablen el mismo lenguaje.
Referencia bibliográfica: Bradley T. Hyman, Creighton H. Phelps, Thomas G. Beach, Eileen H. Bigio, Nigel J. Cairns, Maria C. Carrillo et al. National Institute on Aging-Alzheimer's Association guidelines for the neuropathologic assessment of Alzheimer's disease. Alzheimer's & Dementia 2012;8:1-13.
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