Los parches de nicotina, pensados para ayudar en la deshabituación del tabaquismo, pueden ser beneficiosos en el deterioro cognitivo leve, según los resultados de un estudio recién publicado en la revista Neurology, en el que se han evaluado la eficacia y la seguridad del tratamiento con dichos parches sobre el rendimiento cognitivo y el estado clínico de sujetos con deterioro cognitivo leve.
Se reclutaron 74 sujetos no fumadores con deterioro cognitivo leve de tipo amnésico, que fueron aleatorizados para recibir diariamente y durante seis meses parches con 15 mg de nicotina transdérmica -39 sujetos- o con placebo -35 participantes-. Las variables principales de salida consideradas fueron la mejoría en la atención -evaluada con el Connors Continuous Performance Test (CPT)--, la mejoría clínica evaluada mediante la impresión clínica global, y las medidas de seguridad. Las variables secundarias incluyeron la realización computadorizada de test cognitivos y las puntuaciones de paciente y observador.
Completaron el estudio 67 sujetos, 34 de los tratados con nicotina y 33 de los tratados con placebo. El CPT mostró una significativa mejoría inducida por la nicotina, aunque no hubo un efecto estadísticamente significativo sobre la mejoría global calificada por el clínico. Las mediciones de las variables secundarias mostraron mejorías significativas asociadas a la nicotina en la atención, la memoria y la velocidad psicomotriz, así como mejorías en las apreciaciones de paciente e informador sobre el deterioro cognitivo de cada sujeto. Tanto la tolerabilidad como la seguridad fueron excelentes para la nicotina transdérmica.
De acuerdo con los autores,
«Este estudio demuestra que la nicotina transdérmica puede ser administrada de manera segura a sujetos no fumadores con deterioro cognitivo leve durante 6 meses, con mejorías en las determinaciones cognitivas primarias y secundarias de atención, memoria y procesamiento mental, aunque no en las puntuaciones de impresión clínica global realizadas por el clínico. Este estudio, que aporta un grado de evidencia de nivel I, apoya la necesidad de otros futuros de mayor tamaño, para poder evaluar si estos efectos son clínicamente importantes».
Referencia bibliográfica: P. Newhouse, K. Kellar, P. Aisen, H. White, K. Wesnes, E. Coderre, et alii (et al). Nicotine treatment of mild cognitive impairment: A 6-month double-blind pilot clinical trial. Neurology 2012;78:91-101.
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