Los antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA-II) podrían reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer y de demencia vascular más que otros medicamentos para la hipertensión arterial, de acuerdo con los resultados de un estudio que se publica en la revista Journal of Alzheimer's Disease (J Alzheimers Dis).
El estudio se llevó a cabo en el Reino Unido, con participantes de edad igual o superior a 60 años, diagnosticados entre 1997 y 2008. Se incluyeron 5797 sujetos con enfermedad de Alzheimer, 2186 con demencia vascular y 1214 con demencia de otro tipo o de tipo no especificado, todos ellos emparejados con hasta 4 controles en función de la edad, género y consulta de Medicina General a la que pertenecían.
Se seleccionó a los participantes que habían recibido tratamiento con ARA-II o con inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA) durante al menos 6 meses, comparándolos con los pacientes que tenían prescritos otros antihipertensivos. Se ajustaron los datos en función de factores de emparejamiento, comorbilidades, estatus de tabaquismo, estatus socioeconómico del área de procedencia, frecuencia de visita en consulta y presión arterial. Se introdujeron intervalos de hasta 8 años anteriores al diagnóstico o a la indexación para tener en cuenta la causalidad inversa.
Los resultados mostraron que existía una relación inversa entre enfermedad de Alzheimer y el uso de ARA-II e IECA, especialmente para los ARA-II. Esta asociación inversa resultó ser más fuerte entre el uso de ARA-II y la enfermedad de Alzheimer que entre ARA-II y la demencia vascular o la demencia no tipificada o de otros tipos. Tal relación era además dosis-dependiente, con una menor asociación a enfermedad de Alzheimer en los sujetos con dosis más altas de ARA-II. Las citadas asociaciones disminuían al aumentar el intervalo previo, pero seguían siendo significativas. El número de sujetos con enfermedad de Alzheimer tratados con ARA-II era aproximadamente la mitad que el de los tratados con ARA-II que no sufrían esta enfermedad.
Aunque estos resultados sugieren un posible efecto protector de los ARA-II sobre el riesgo de enfermedad de Alzheimer, son necesarios amplios ensayos controlados para confirmarlo de forma rigurosa.
Referencia bibliográfica: Neil M. Davies, Patrick G Kehoe, Yoav Ben-Shlomo, Richard M. Martin. Associations of Anti-Hypertensive Treatments with Alzheimer's Disease, Vascular Dementia, and Other Dementias. J Alzheimers Dis 2011;26:699-708.
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