El contenido de la dieta en grasas saturadas y su índice glucémico podrían modular marcadores biológicos de la enfermedad de Alzheimer, de acuerdo con los resultados de un estudio recién publicado en la revista Archives of Neurology (Arch Neurol). El índice glucémico de un alimento es la relación entre el área de la curva de la absorción de la ingesta de 50 g de glucosa pura a lo largo del tiempo, y la obtenida al ingerir la misma cantidad de ese alimento.
Los autores han comparado, en adultos sanos y en adultos con deterioro cognitivo leve de tipo amnésico, los efectos de dos dietas distintas seguidas durante 4 semanas. Una de las dietas era rica en grasas saturadas y con un elevado índice glucémico, y la otra baja en grasas saturadas y de bajo índice glucémico. La finalidad era analizar en todos los sujetos la posible influencia de la dieta sobre el metabolismo de los lípidos y la insulina, sobre algunos marcadores biológicos de la enfermedad de Alzheimer, y sobre la cognición.
Los participantes fueron 49 sujetos, de los que 20 eran adultos sanos con una media de edad de 69,3 años, y 29 eran adultos con deterioro cognitivo leve de tipo amnésico, con una media de edad de 67,6 años. El estudio se realizó de manera controlada y aleatorizada. A todos los sujetos se les realizaron test cognitivos, test de tolerancia oral a la glucosa y punciones lumbares, tanto basalmente como al final del estudio. En el líquido cefalorraquídeo (LCR), obtenido mediante dichas punciones lumbares, se realizaron determinaciones de β-amiloide 42 (Aβ42), proteína τ, F2-isoprostanos (útiles como indicadores del estrés oxidativo) y apolipoproteína E. En sangre se determinaron los niveles de lípidos plasmáticos e insulina.
En el grupo de sujetos con deterioro cognitivo leve de tipo amnésico, la dieta baja en grasas saturadas y con bajo índice glucémico se asoció a una elevación de los niveles de Aβ42 en el LCR, lo contrario del patrón habitualmente observado en la enfermedad de Alzheimer. En los sujetos sanos, esta dieta se acompañó de una reducción de los niveles de Aβ42, que por el contrario aumentaron en los sujetos de este mismo grupo que siguieron la dieta alta en grasas saturadas y con alto índice glucémico. Los niveles de apolipoproteína E en el LCR aumentaron con la dieta baja en grasas saturadas y con bajo índice glucémico y se redujeron en la otra dieta, tanto en los sujetos sanos como en los que tenían deterioro cognitivo leve de tipo amnésico.
Se observaron también variaciones concordantes en los niveles de insulina y de F2-isoprostanos en el LCR, y también en las concentraciones plasmáticas de insulina y lípidos. La memoria visual diferida mejoró en todos los participantes que siguieron la dieta baja en grasas saturadas y de bajo índice glucémico.
En base a estos resultados, los autores afirman:
«Nuestros resultados sugieren que la dieta puede ser un potente factor ambiental que module el riesgo de enfermedad de Alzheimer, a través de sus efectos sobre las concentraciones de Aβ42, lipoproteínas, estrés oxidativo e insulina en el LCR».
Referencia bibliográfica: Jennifer L. Bayer-Carter, Pattie S. Green, Thomas J. Montine, Brian VanFossen, Laura D. Baker, G. Stennis Watson et alii (et al). Diet Intervention and Cerebrospinal Fluid Biomarkers in Amnestic Mild Cognitive Impairment. Arch Neurol. 2011;68(6):743-752.
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