Con frecuencia se han descrito anormalidades oftalmológicas en pacientes con demencia, pero no ha sido definido aún hasta qué punto afectan al declive cognitivo la mala agudeza visual y el tratamiento de los trastornos de la vista. Un estudio de próxima aparición en la revista American Journal of Epidemiology ha investigado la posible asociación entre tales trastornos de la vista y el riesgo de demencia.
Los autores de este estudio utilizaron las bases de datos del Health and Retirement Study y los archivos de Medicare correspondientes a los años 1992 a 2005, siguiendo la evolución de 625 participantes de 65 o más años de edad con cognición normal al incorporarse al estudio. Se controlaron también el estado de la visión al comienzo del estudio y la evolución de la misma a lo largo del periodo de observación. Como posibilidades de salida al finalizar el estudio se contemplaron la demencia, el deterioro cognitivo sin demencia y la cognición normal.
Los resultados del estudio mostraron que una mala visión se asociaba estadísticamente al desarrollo de demencia durante el periodo de observación. Los sujetos que al comienzo del estudio gozaban de una visión muy buena o excelente tuvieron un 63% de reducción en el riesgo de demencia, en un periodo de seguimiento medio de 8,5 años. Los participantes con peor visión y que no visitaron al oftalmólogo mostraron un riesgo 9,5 veces mayor para enfermedad de Alzheimer, y un riesgo 5 veces mayor de sufrir deterioro cognitivo sin demencia.
Una mala visión sin la administración de un procedimiento oftalmológico aumentó en 5 veces el riesgo de enfermedad de Alzheimer. Entre los participantes de 90 años de edad o más y que mantuvieron una cognición normal durante el periodo de seguimiento, el 77,9% había recibido al menos un tratamiento oftalmológico, frente a solo un 51,7% de los que luego desarrollaron enfermedad de Alzheimer.
Este estudio no indica necesariamente una relación causa-efecto entre el estado de la visión y el desarrollo de demencia, no quedando claro si la deficiencia visual acelera la manifestación clínica de la demencia, o si tal deficiencia visual es un precursor de una futura demencia.
Sin embargo, demuestra en cualquier caso una asociación estadísticamente significativa entre una mala visión no tratada y el declive cognitivo, en especial para la enfermedad de Alzheimer, lo que hace aconsejable prestar más atención a los cuidados de la visión en los ancianos. Por otra parte, no se debe olvidar que, en general, las deficiencias de la percepción -auditiva, visual- aumentan la manifestación del declive cognitivo.
Referencia bibliográfica: Mary A. M. Rogers and Kenneth M. Langa. Untreated Poor Vision: A Contributing Factor to Late-Life Dementia. American Journal of Epidemiology 2010; Identificador digital del objeto (DOI): 10.1093/aje/kwp453.
Utilizamos cookies para mejorar su experiencia de navegación y los servicios que le ofrecemos. Al clicar en «Aceptar», o si continúa navegando, usted reconoce que ha leído y comprendido nuestra política de privacidad, y que acepta el uso de nuestras cookies.