La presión del pulso y la velocidad de la onda del pulso son marcadores de rigidez arterial, y ya han sido asociadas con anterioridad a ictus, demencia y niveles bajos de función cognitiva. Un estudio publicado en la revista Hypertension examina la relación entre estos marcadores y varios dominios de función cognitiva en personas sin demencia ni antecedentes de ictus.
La presión del pulso viene definida por la diferencia entre la presión arterial sistólica y la presión arterial diastólica. La velocidad de la onda del pulso (carotídeo-femoral) es calculada como resultado de la distancia recorrida por la onda de flujo dividida por el diferencial de tiempo. La velocidad de la onda del pulso es considerada una medida directa de rigidez arterial, mientras que la presión del pulso es tratada como un marcador subrogado.
1749 participantes del Baltimore Longitudinal Study of Aging completaron test de memoria verbal y no verbal, atención, velocidad perceptivo-motora, denominación por confrontación, funciones ejecutivas y cribado cognitivo, así como determinaciones de presión arterial (para obtener la presión del pulso) entre 1 y 8 veces a lo largo de 14 años. A un subgrupo de 582 participantes se les practicó también una única valoración inicial de velocidad de la onda del pulso, y luego una evaluación cognitiva de 1 a 6 ocasiones en 11 años.
Los resultados revelaron un declive prospectivo en el aprendizaje verbal, memoria no verbal, memoria de trabajo y cribado cognitivo en los sujetos con niveles crecientes de presión del pulso. Las personas con una mayor velocidad inicial de la onda del pulso mostraron también un declive prospectivo en los test de aprendizaje verbal y recuerdo diferido, memoria no verbal y cribado cognitivo.
En base a sus resultados, los autores afirman en sus conclusiones que:
«Los marcadores de rigidez arterial están asociados prospectivamente a declive cognitivo antes de la demencia. El tratamiento agresivo de los factores de riesgo asociados a una mayor rigidez arterial puede ayudar a preservar la función cognitiva con el envejecimiento de los individuos».
Referencia bibliográfica: Shari R. Waldstein, S. Carrington Rice, Julian F. Thayer, Samer S. Najjar, Angelo Scuteri and Alan B. Zonderman. Pulse pressure and pulse wave velocity are related to cognitive decline in the Baltimore Longitudinal Study of Aging. Hypertension 2008;doi (digital object identifier):10.1161/hypertensionaha.107.093674.
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