Son varios los estudios que sugieren que la cafeína podría tener un efecto neuroprotector, además de sus efectos positivos sobre la atención, el estado de alerta, el estado del humor y la vigilia. La revista Neurology publica en su último número un estudio de investigación realizado en Francia, en el que los autores demuestran que la cafeína retrasa el declive cognitivo en la mujer. El consumo de cafeína está asociado a un rango amplio de variables sociodemográficas, clínicas y del estilo de vida, que también pueden afectar al declive cognitivo.
Los sujetos fueron reclutados como parte de la cohorte del Three City Study (estudio de las tres ciudades), en el que se investigaron diversos aspectos clínicos de habitantes de edad igual o superior a 65 años de las ciudades francesas de Bordeaux (Burdeos), Dijon y Montpellier entre 1999 y 2001.
En este estudio participaron 4197 mujeres y 2820 hombres. El rendimiento cognitivo, el diagnóstico de demencia y el consumo de cafeína fueron evaluados a la entrada en el estudio y a los 2 y 4 años del seguimiento. Los cálculos se realizaron en base a la asunción de que una taza de café equivale a 100 mg de cafeína, y una taza de té a 50 mg de cafeína. No se incluyeron otras bebidas con cafeína, como los brevajes de cola o de cacao, al ser consumidas con rara frecuencia por la población objeto del estudio.
El análisis estadístico de los resultados mostró que las mujeres con un mayor índice de consumo de cafeína (más de tres tazas diarias) sufrieron un menor declive que las mujeres con menor consumo (una taza diaria o menos) en los test de recuperación verbal y, en menor medida, en los test de memoria visuoespacial.
Se observó que el efecto protector de la cafeína aumentaba con la edad. No se observó ninguna relación entre la ingesta de cafeína y el declive cognitivo en varones. Por otro lado, el consumo de cafeína no redujo el riesgo de demencia a 4 años.
En sus conclusiones, los autores indican que:
«Las propiedades psicoestimulantes de la cafeína parecen reducir el declive cognitivo en mujeres sin demencia, especialmente a edades más avanzadas. Aunque no se ha observado ningún impacto sobre la incidencia de demencia, son precisos más estudios para discernir si la cafeína puede ser sin embargo de uso potencial para prolongar el periodo de deterioro cognitivo leve en las mujeres antes de un diagnóstico de demencia».
Referencia bibliográfica: K. Ritchie, I. Carrière, A. de Mendonça, F. Portet, J.F. Dartigues, O. Rouaud et al. The neuroprotective effects of caffeine: a prospective population study (the Three City Study). Neurology 2007;69:536-545.
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