La exposición pasiva al humo del tabaco aumenta el riesgo de padecer demencia, según los resultados preliminares obtenidos sobre un subconjunto del CHS (Cardiovascular Health Study - Estudio de Salud Cardiovascular, aún en curso), y presentados en la 59ª Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología celebrada en Boston, Massachussets, Estados Unidos.
985 de los 3602 sujetos participantes en el CHS no eran ni habían sido fumadores, ni habían padecido demencia ni enfermedades cardiovasculares. 495 de ellos informaron de su status como fumadores pasivos a lo largo de su vida: la mitad referían no haber estado expuestos, una cuarta parte lo había estado durante menos de 30 años y los demás habían sido fumadores pasivos durante 30 o más años. La mayoría eran mujeres blancas de entre 70 y 74 años de edad, con un nivel educativo medio-alto.
Durante el seguimiento, el 15 % del grupo en estudio desarrolló demencia, con una mayor incidencia en el grupo más expuesto, además de que un 10 % desarrolló enfermedad cardiovascular. Los autores concluyen diciendo que:
«Estos resultados sugieren que los niveles más altos de exposición pasiva al tabaco a lo largo de la vida están asociados a un mayor riesgo de incidencia de demencia en el anciano, y suponen un riesgo significativo en aquellos con enfermedad arterial carotídea subyacente».
Referencia bibliográfica: Thaddeus J. Haight, Deborah Barnes, Kala Mehta et al. Effects of second-hand smoke and cardiovascular disease on incident dementia in participants from the Cardiovascular Health Study. American Academy of Neurology 59th Annual Meeting. Abstract S01.005.
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