La revista Archives of Neurology ha publicado en su web, de manera anticipada a la edición impresa, un artículo en el que sus autores demuestran que la terapia hormonal sustitutiva con testosterona mejora la calidad de vida de varones con enfermedad de Alzheimer leve. Los efectos de esta terapia hormonal sustitutiva sobre la cognición de los pacientes fue por el contrario bastante escasa.
Los autores realizaron este estudio para evaluar los efectos del tratamiento con testosterona sobre la cognición, los síntomas neuropsiquiátricos y la calidad de vida de pacientes varones con enfermedad de Alzheimer leve, comparándolos con varones ancianos sanos.
Se seleccionaron 16 pacientes varones con enfermedad de Alzheimer, y 22 varones ancianos sanos de control, realizándose un seguimiento de 24 semanas en forma aleatorizada, a doble ciego y controlada con placebo. Participaron en el estudio tanto clínicas de trastornos de la memoria como clínicas generales médicas y neurológicas pertenecientes a centros médicos de la Universidad de California en Los Ángeles, San Francisco e Irvine.
Se utilizaron testosterona y placebo, en la forma de gel hidroalcohólico (75 mg), que se aplicaron diariamente en la piel de los participantes. Se utilizaron herramientas de evaluación cognoscitiva (como el ADAS-Cog (Subescala cognitiva de la Alzheimer's Disease Assessment Scale), el Test de Aprendizaje Verbal de California y el Subtest de Diseño de Bloques, entre otros), y también otras para los síntomas neuropsiquiátricos (el Neuropsychiatric Inventory), el funcionalismo global (para lo que se utilizó la Clinician's Interview-Based Impression of Change) y la calidad de vida (con el Quality of Life-Alzheimer Disease Scale).
Entre los sujetos con enfermedad de Alzheimer, el grupo tratado con testosterona mostró mejorías significativamente mayores en las puntuaciones de la escala de calidad de vida (en su versión del cuidador). Sin embargo, no se apreciaron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos de sujetos con Alzheimer en lo relativo a las puntuaciones de evaluación cognoscitiva, aunque sí hubo mejorías en las puntuaciones (o al menos un menor declive) de las mediciones funcionales visuoespaciales en el grupo tratado con testosterona.
Entre los sujetos sanos de control, también se apreciaron mejorías de calidad de vida en el grupo tratado con testosterona, no encontrándose en estos sujetos sanos ninguna otra diferencia con respecto a los tratados con placebo.
En base a sus resultados, los autores afirman en sus conclusiones que:
«Los resultados sugieren que el tratamiento sustitutivo con testosterona mejoró la calidad de vida global de los pacientes con enfermedad de Alzheimer, mientras que la testosterona tuvo efectos mínimos sobre la cognición».
Referencia bibliográfica: Po H Lu, Donna A Masterman, Ruth Mulnard et al. Effects of testosterone on cognition and mood in male patients with mild Alzheimer disease and healthy elderly men. Archives of Neurology 2005;63:1-9.
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