Los niveles de β-amiloide(1-42), de proteína τ y de ubiquitina en el líquido cefalorraquídeo (LCR) pueden servir para establecer subgrupos de pacientes con enfermedad de Alzheimer, tanto con fines clasificatorios como terapéuticos, además de guardar relación con el genotipo APOE (Apolipoproteína E), de acuerdo con los resultados de un estudio que se publica en la revista Annals of Neurology.
La enfermedad de Alzheimer, que constituye la causa más frecuente de demencia, es multifactorial e histopatológicamente heterogénea, y su diagnóstico clínico sigue siendo en grado de probabilidad. Los autores de este estudio postularon que la histopatología del alzhéimer era producida por más de un mecanismo patológico, y que sus subgrupos podrían ser identificados mediante los niveles en el LCR de las proteínas asociadas a las placas seniles y a los ovillos neurofibrilares, lesiones típicas de la enfermedad.
Los investigadores examinaron retrospectivamente los niveles de β-amiloide(1-42), proteína τ y ubiquitina en el LCR de 468 sujetos (353 pacientes con Alzheimer, y 115 controles libres de la enfermedad). Los niveles de τ y ubiquitina resultaron más elevados en los pacientes con Alzheimer que en los controles sanos, mientras que los niveles de β-amiloide(1-42) se encontraban más bajos en los pacientes con Alzheimer que en los sujetos de control.
El perfil analítico de los individuos permitió clasificarlos en subgrupos según los niveles de esos marcadores. Por ejemplo, el grupo más numeroso tenía en su LCR niveles bajos de β-amiloide(1-42) y una cierta elevación de proteína τ, con la ubiquitina inalterada. Este grupo constaba de 171 pacientes con Alzheimer de comienzo relativamente tardío.
En opinión de los autores:
«Estos subgrupos, que pueden ser identificados mediante análisis del LCR, podrían beneficiarse de manera diferente de los diferentes agentes terapéuticos».
Referencia bibliográfica: Khalid Iqbal, Michael Flory, Sabiha Khatoon et al. Subgroups of Alzheimer's disease based on cerebrospinal fluid molecular markers. Annals of Neurology 2005;58:748-757.
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