El consumo de pescado una o más veces por semana se asocia a un menor declive cognitivo, de acuerdo con los resultados de un estudio norteamericano que publica la revista Archives of Neurology en su sección preliminar. La causa podría residir en el contenido de ácidos grasos ω-3 en el pescado (especialmente de ácido docosahexaenoico), esenciales para el desarrollo neurocognoscitivo. La ingesta dietética de pescado y de ácidos grasos ω-3 ha sido asociada a un menor riesgo de enfermedad de Alzheimer y de ictus en múltiples estudios.
Los investigadores, pertenecientes a varias instituciones dependientes de la Rush University, han llevado a cabo este estudio prospectivo de cohorte sobre un total de 6158 residentes en la comunidad y con 65 o más años de edad, pretenecientes al Chicago Health and Aging Project.
Un total de 4390 participantes fueron sometidos a al menos 2 evaluaciones cognitivas (1298 habían fallecido antes del seguimiento). De ellos, 213 fueron eliminados del estudio al no ser correctos los datos de su encuesta de alimentación, y también se excluyeron del estudio 455 personas que habían completado el cuestionario más de dos años y medio después del inicio del estudio. Esto dejó un total de 3718 personas para el análisis de cambio cognoscitivo.
El ritmo promedio de declive en las puntuaciones cognoscitivas fue de 0.04 unidades estandarizadas al año, y el consumo de pescado se asoció a un menor ritmo de declive cognitivo en modelos mixtos ajustados en función de la edad, sexo, raza, nivel educativo, actividad intelectual, actividad física, consumo de alcohol e ingesta energética total.
Al compararlos con el ritmo de declive de -0.100 unidades estandarizadas por año de las personas que consumieron pescado con frecuencia inferior a una vez por semana, el ritmo fue un 10 % más bajo (-0.090 unidades estandarizadas por año) en las personas que consumieron una comida de pescado a la semana, y un 13 % menor (-0.088 unidades estandarizadas por año) en las personas que consumieron pescado al menos dos veces por semana.
La asociación entre consumo de pescado y menor ritmo de deterioro cognitivo no se vio alterada por otros aspectos relacionados con el riesgo cardiovascular, ni tampoco por el consumo de frutas y verduras. Sin embargo, la asociación se vio modificada al ajustar los resultados en función de las ingestas de grasas saturadas, poliinsaturadas y transaturadas. Se encontró poca evidencia de que la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados ω-3 se asociase a cambio cognoscitivo.
Los autores concluyen que:
«Este estudio sugiere que comer pescado una o más veces por semana puede proteger frente al declive cognitivo asociado a la vejez. Nuevos estudios más precisos sobre los distintos constituyentes dietéticos del pescado podrían ayudar a comprender la naturaleza de esta asociación».
Referencia bibliográfica: Martha Clare Morris, Denis A. Evans, Christine C. Tangney et al. Fish consumption and cognitive decline with age in a large community study Archives of Neurology 2005;62:doi (digital object identifier):10.1001/archneur.62.12.noc50161.
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