La integridad de la memoria está ligada a la del hipocampo, mientras que la de la función ejecutiva se ha vinculado siempre a la función del lóbulo frontal. Los autores de este estudio, publicado en el último número de la revista Neurology, han encontrado que mientras que la memoria guarda efectivamente una estrecha relación con la integridad del hipocampo, la función ejecutiva se corresponde con una mayor complejidad estructural.
Estudios anteriores habían mostrado que las atrofias hipocámpica y cortical estaban más estrechamente relacionadas con la cognición que la enfermedad cerebrovascular subcortical. Los autores del presente estudio partieron de la hipótesis de que el declive de la memoria estaría ligado a cambios en el volumen hipocámpico, mientras que el declive de la función ejecutiva estaría relacionado con cambios en el volumen de materia gris cortical y en las mediciones de enfermedad cerebrovascular subcortical.
Se investigó a 103 sujetos de un estudio multicéntrico, de los que 58 eran cognitivamente normales al inicio (15 con infartos lacunares), 34 estaban ya deteriorados al comienzo (19 con infartos lacunares) y 11 ya tenían demencia al inicio (6 con infartos lacunares). De los 11 pacientes que ya tenían demencia en el inicio, 6 padecían enfermedad de Alzheimer, 3 demencia vascular y 2 demencia mixta.
Se llevaron a cabo sobre todos los pacientes 2 o más exámenes neuropsicológicos y 2 o más exámenes de RNM volumétrica separados entre sí al menos un año, durante un período de seguimiento medio de 3,4 años.
Los resultados mostraron que los cambios en la memoria estaban relacionados tanto con el volumen hipocámpico al inicio del estudio como con los cambios experimentados en el mismo durante el seguimiento. Los cambios en la función ejecutiva estuvieron relacionados con el volumen de sustancia gris cortical inicial, y con los cambios de éste último, del volumen del hipocampo y del volumen lacunar. Estos resultados no sufrieron cambios tras excluir los casos con demencia. El volumen de hiperintensidades de la sustancia blanca de manera independiente no se asoció a cambios en la memoria o en la función ejecutiva.
Los autores afirman en sus conclusiones que:
«El volumen hipocámpico fue el principal determinante del declive de memoria, mientras que el declive de la función ejecutiva estuvo relacionado con múltiples componentes del cerebro. Los resultados apoyan la hipótesis de que el declive de la memoria está fuertemente influenciado por la enfermedad de Alzheimer (EA), mientras que el declive de la función ejecutiva puede estar determinado de manera compleja por la enfermedad cerebrovascular y la EA».
Referencia bibliográfica: D. Mungas et al. Longitudinal volumetric MRI (Magnetic Resonance Imaging) change and rate of cognitive decline. Neurology 2005;65:565-571.
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