Un trabajo de investigación recién publicado en la revista Neurology nos muestra con bastante claridad cómo el deterioro leve de la función cognoscitiva objetivado mediante los oportunos test no debe ser considerado nunca como algo "normal para la edad", pues supone casi siempre un temprano reflejo de enfermedad cerebrovascular o de neuropatología de la enfermedad de Alzheimer. El estudio está basado en el prolífico Religious Orders Study.
La investigación se centró en averiguar hasta qué punto las personas con deterioro cognitivo leve sufren niveles intermedios de neuropatología de Alzheimer, de enfermedad con cuerpos de Lewy, o infartos cerebrales.
Los sujetos participantes fueron un total de 180 clérigos católicos, participantes en el Religious Orders Study, comprometidos para ser evaluados anualmente desde el punto de vista cognoscitivo desde el año 1993, y para donar su cerebro para necropsia tras su muerte.
De los 180 participantes, 37 tenían deterioro cognitivo leve, 60 no padecían ningún tipo de deterioro cognoscitivo, y 83 padecieron demencia cerca de su muerte. Casi todos los sujetos tenían al menos algo de neuropatología de Alzheimer. Los infartos cerebrales estaban presentes en el 35.2% de los sujetos, y el 15.6% tenía cuerpos de Lewy.
Las personas con deterioro cognitivo leve dieron resultados intermedios en términos de estadio de Braak y de criterios neuropatológicos diagnósticos del CERAD (Consortium to Establish a Registry for Alzheimer's Disease) y del NIA (National Institute on Aging) - Reagan Institute para enfermedad de Alzheimer en comparación con los otros dos grupos. Además, la relación entre cognición y neuropatología de Alzheimer en los sujetos con deterioro cognitivo leve no difirió significativamente de la relación entre cognición y neuropatología de Alzheimer en los participantes con demencia o en aquellos sin deterioro cognoscitivo. Las personas con deterioro cognitivo leve también sufrían niveles intermedios de infartos cerebrales. Solo 3 de los sujetos con deterioro cognitivo leve tenían cuerpos de Lewy.
No deja de ser llamativo que 60 sujetos (un tercio del total) no llegó a padecer ningún deterioro cognoscitivo en todo el seguimiento hasta su muerte, pese a tener una media de edad superior a los 80 años, y a pesar también de tener una cantidad significativa de neuropatología de Alzheimer en la necropsia. Esto sugiere que algunos individuos tienen algún tipo de reserva neural que les permite escaparse del deterioro cognoscitivo pese a tener lesiones cerebrales típicas de Alzheimer en cantidad suficiente para padecer enfermedad.
En sus conclusiones, los autores afirman:
«Estos datos sugieren que el deterioro cognitivo leve puede ser la manifestación clínica más temprana de enfermedades neurológicas comunes asociadas al envejecimiento».
y dicen también que, de acuerdo con sus resultados:
«Muchas personas pueden vivir hasta una edad muy avanzada sin experimentar una disminución significativa en su función cognitiva».
y que esto sugiere que
«La evidencia de pérdida de memoria entre personas de cualquier edad debería ser tomada en serio por los individuos, los miembros de su familia y los distintos profesionales del cuidado de la salud».
Referencia bibliográfica: D.A. Bennett et al. Mild cognitive impairment is related to Alzheimer disease pathology and cerebral infarctions. Neurology 2005;64:834-841.
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