Un nuevo estudio demuestra que las estatinas, más allá de su efecto de descenso de las cifras de colesterol, protegen frente a la enfermedad de Alzheimer a nivel molecular. Este estudio, recién publicado en la revista Public Library of Science Medicine, demuestra que las estatinas favorecen la escisión de la APP (la Proteína Precursora de Amiloide) por la α-secretasa, evitando por tanto la formación de β-amiloide.
En la vía patológica que tiene lugar en la enfermedad de Alzheimer, la APP es escindida por la β-secretasa primero, actuando después la γ-secretasa sobre los fragmentos resultantes, produciéndose β-amiloide. El β-amiloide es la sustancia que forma las placas de amiloide típicas de la enfermedad. En cambio, la escisión de la APP por la α-secretasa produce un péptido soluble, fácilmente eliminado por el organismo.
La evidencia reciente sugiere que el uso de estatinas (fármacos contra el colesterol que actúan inhibiendo a la HMGCoA (3-hidroxi-3-metilglutaril-coenzima A) reductasa puede asociarse a un menor riesgo de enfermedad de Alzheimer, aunque los mecanismos subyacentes no son aún bien conocidos.
En una serie de experimentos sobre células de neuroblastoma murino, este equipo de investigadores ha demostrado que dos estatinas (atorvastatina y simvastatina) promueven la escisión de la APP por la α-secretasa, y que el bloqueo de la actividad de la ROCK1 (Rho-associated protein kinase 1) logra un efecto similar. Las estatinas actúan también inhibiendo la vía isoprenoide, modulando con ello las actividades de la familia de proteínas (GTPasas, guanosina trifosfatasas) Rho, que a su vez ejercen muchas de sus acciones a través de kinasas asociadas a ellas, como la ROCK1.
La activación de la ROCK1 produce menos escisión por la α-secretasa y más por parte de la β-secretasa, y este efecto no es revertido por las estatinas. Aún más concluyente, los autores de este estudio han comprobado que la ROCK1 inhibe la liberación de la α-secretasa estimulada por las estatinas.
Los resultados de este estudio sugieren que las estatinas ejercen estos efectos, al menos en parte, mediante la modulación de la vía isoprenoide y de la ROCK1. Esto abre nuevas posibilidades de intervención terapéutica sobre la enfermedad de Alzheimer, y en la actualidad se está llevando a cabo en el mismo sentido un amplio estudio con simvastatina por parte del National Institute on Aging (Instituto Nacional del Envejecimiento de los Estados Unidos).
Referencia bibliográfica: Sam Gandy et al. Modulation of statin-activated shedding of Alzheimer APP ectodomain by ROCK. Public Library of Science Medicine 2005;2:69-78.
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