La enfermedad de Alzheimer (EA) es un trastorno cada vez más común entre los ancianos, por lo que cobra gran importancia la expectativa de vida de los pacientes, ya que puede ayudar a planificar cuidados y otras medidas necesarias.
Los autores de este estudio, publicado hoy en la revista Annals of Internal Medicine, usaron como base un registro de población de 23000 personas (de 60 años de edad o más) pertenecientes al Group Health Cooperative de Seattle, Washington, y de entre ellas se reclutó a 521 casos nuevos de EA entre los años 1987 y 1996.
Se deterninaron basalmente sus aspectos demográficos, su puntuación en el (Mini-Mental State Examination) MMSE y en la escala de demencia de Blessed, así como la duración de sus síntomas, síntomas asociados, estados de comorbilidad y signos seleccionados. El dato significativo perseguido a la finalización del estudio era la supervivencia de los pacientes.
La supervivencia media desde el momento del primer diagnóstico de EA en los pacientes fue de 4.2 años en el caso de los varones y de 5.7 años en el caso de las mujeres. Los varones mostraron peor supervivencia en todos los tramos de edad en comparación con las mujeres, y la supervivencia global resultó ser menor en todos los casos en comparación con la expectativa de vida de la población general de los Estados Unidos.
Los predictores de mayor mortalidad, basados en modelos de riesgo proporcional, incluyeron una puntuación en el MMSE de 17 puntos o menos, una puntuación basal de 5 puntos o más en la escala de demencia de Blessed, la presencia de signos de liberación frontal, la presencia de signos extrapiramidales, los trastornos de la marcha, la historia de caídas frecuentes, la insuficiencia cardíaca congestiva, la cardiopatía isquémica y la diabetes. También se asoció a un pronóstico de supervivencia peor el comienzo temprano de los síntomas de la enfermedad.
Como afirman en sus conclusiones los investigadores de este estudio:
«Estos resultados deberían ser útiles para los pacientes con enfermedad de Alzheimer y para sus familiares, para otros cuidadores, para los clínicos y para los responsables de política sanitaria en la planificación de las necesidades futuras de cuidados».
Referencia bibliográfica: Eric B. Larson et al. Survival after initial diagnosis of Alzheimer disease. Annals of Internal Medicine 2004;140:501-509.
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