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Mini-Mental de un minuto

El examen del estado cognoscitivo está entre los procedimientos diagnósticos que más tiempo requieren en la evaluación neurológica de un paciente. Incluye la evaluación de la atención, lenguaje, habilidades visuoespaciales, función ejecutiva y síntomas emocionales y neuropsiquiátricos.

El Mini-Mental State Examination, o el Miniexamen Cognoscitivo de Lobo, versión del anterior validada en España, son medios de evaluación cognoscitiva cortos y estandarizados, que han demostrado ser un instrumento fiable. Sin embargo, no examinan la función ejecutiva y además son poco sensibles en la detección de los síntomas más tempranos de una demencia, especialmente en los individuos con un nivel funcional más elevado.

La revista Neurology publica en su último número los resultados obtenidos por un grupo canadiense de investigadores con la utilización de un test que requiere un minuto para su realización, y que ha demostrado utilidad para la detección precoz de la enfermedad de Alzheimer (EA) y de la demencia vascular (DV).

Son varios los estudios previos indicando que la fluencia semántica puede distinguir a los pacientes con EA de ancianos sanos, con una desproporción entre la fluencia semántica con respecto a la fonémica.

Los autores estudiaron a un total de 98 pacientes con EA que cumplían con los criterios diagnósticos del NINCDS-ADRDA (National Institute of Neurologic, Communicative Disorders and Stroke - Alzheimer's Disease and Related Disorders Association), a 18 pacientes con DV de acuerdo con los criterios del NINDS-AIREN (National Institute of Neurologic Disorders and Stroke - Association Internationale pour la Recherche et l'Enseignement en Neurosciences), 25 pacientes con deterioro cognitivo pero sin demencia (CIND, cognitive impairment not demented), 24 más con este mismo trastorno pero de origen vascular (VCIND, vascular CIND), y 46 controles normales.

El test realizado incluía test de fluencia en un minuto con nombres de animales (para ver cuántos nobres de animales era capaz de decir el sujeto en un minuto) y con la letra 'F' (para ver cuántas palabras que comenzasen por la letra 'F' era capaz de decir el sujeto en un minuto).

Todos los grupos de pacientes lograron decir menos nombres de animales que los ancianos sanos. Las diferencias fueron significativas para EA, DV y CIND tras ajustar los resultados según la gravedad del deterioro cognoscitivo. En el test de fluencia categorizado (el de los nombres de animales), el 90 % de los sujetos fueron clasificados correctamente con un punto de corte óptimo de 15, mientras que la clasificación mediante fluencia fonémica (palabras comenzando por 'F') obtuvo resultados más bajos en la detección diagnóstica, con un punto óptimo de corte de 13.

El test de fluencia fonémica resultó útil en la diferenciación entre EA y DV. En comparación con los pacientes con EA, los que padecían DV lograban decir un menor número de palabras que comenzasen con 'F'. Lo mismo ocurría entre los pacientes con CIND en comparación con los que padecían VCIND, estos últimos con un menor número de palabras correctas que comenzasen con 'F'.

Los autores afirman que se demostró en su estudio un déficit desproporcionado entre la fluencia semántica y la fonética en los pacientes con demencia (especialmente en el caso de la EA), y que esto tiene una utilidad clínica inmediata. Por ello concluyen que:

«Un test de fluencia semántica de un minuto puede ayudar en la detección precoz de la demencia en el marco de la clínica de memoria».

Referencia bibliográfica: S.J. Duff Canning et al. Diagnostic utility of abbreviated fluency measures in Alzheimer disease and vascular dementia. Neurology 2004;62:556-562.

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