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Trastornos conductuales y cognitivos vasculares, por Vladimir Hachinski

La enfermedad vascular puede atacar al cerebro súbitamente, causando un ictus, o sutilmente, induciendo cambios cognitivos y conductuales. Una evidencia cada vez mayor sugiere que los factores de riesgo para el ictus son también factores de riesgo para el deterioro cognitivo, incluyendo la enfermedad de Alzheimer, y que la depresión puede estar asociada a cambios vasculares en el cerebro.

Las encuestas epidemiológicas tienden a ser inclusivas y deficientes o detalladas, pero a estar centradas en una enfermedad. De ese modo, los estudios raramente informan sobre varias enfermedades de manera lo bastante profunda como para apreciar las posibles interacciones. Las estadísticas canadienses sugieren que un 4.1% de los individuos mayores de 65 años ha sufrido un ictus,(1) el doble (8%) se ha demenciado, y por cada persona demenciada, 2 (16.8%) padecen deterioro cognitivo próximo a la demencia.(2) ¿Podrían subyacer los factores vasculares bajo los tres estados?

Se ha propuesto una aproximación nueva, comprendiendo todo el espectro de deterioro cognitivo y enfatizando tratamiento y prevención. Ésta sugiere que todos los tipos de declive cognitivo causados por o con la contribución de factores vasculares deberían ser entendidos de una manera amplia y sistemática como "deterioro cognitivo vascular".(3) Más aún, la evidencia sugiere una relación recíproca entre depresión e ictus: siendo los pacientes deprimidos más proclives a sufrir ictus,(4) y estando los pacientes con ictus en mayor riesgo para depresión.(5) Además, la depresión a edad avanzada puede estar asociada a leucoaraiosis y a infartos subcorticales.(6)

A partir del momento en que el tratamiento de los factores de riesgo vascular puede prevenir ataques cardíacos e ictus, puede ser también factible impedir el declive mental, formas sutiles de ictus, y algunos tipos de depresión. Un problema de la medicina ha sido la creciente especialización, centrándose la investigación en una enfermedad con la exclusión de otra. Se ha constituido una nueva sociedad para aportar investigación conjunta desde un amplio rango de disciplinas, y para avanzar en nuestro conocimiento acerca de los factores vasculares en la causalidad del declive mental, el ictus y la depresión. La International Society for Vascular Behavioral and Cognitive Disorders (VAS-COG, sociedad internacional para los trastornos conductuales y cognitivos de origen vascular) celebró su primer Congreso en Göteborg, Suecia, del 28 al 31 de Agosto de 2003. Atrajo a 550 participantes, que discutieron 234 documentos y pósters. La Sociedad ansía congregar a más médicos y científicos en su Congreso de Florencia (del 8 al 11 de junio de 2005). Se seleccionó a un comité ejecutivo internacional compuesto por 10 personas, y sus miembros eligieron a: Vladimir Hachinski, Presidente, Canadá; Ingmar Skoog, Secretario General, Suecia, y Anders Wallin, Co-secretario General, Suecia, habiendo organizado ambos el Congreso de Göteborg; y Philip Scheltens, Tesorero, Holanda. La comunión de factores de riesgo para la enfermedad cardíaca, el ictus, el deterioro cognitivo y la depresión hacen especialmente importante para aquellos interesados en el ictus insturirse en las más sutiles manifestaciones de enfermedad cerebrovascular, y contribuir a su tratamiento y prevención a lo largo de todo su espectro. Para este fin, se ofrece provisionalmente hacerse miembro gratis durante 1 año para todos aquellos que estén interesados. Por favor, envíen su solicitud por e-mail a vascog@neuro.gu.se.

Stroke invita también al envío de manuscritos sobre las formas más sutiles de enfermedad cerebrovascular, y de originales que enlacen diferentes disciplinas. Esto lo hace manteniendo su política de publicar: «Informes de investigación clínica y básica sobre cualquier aspecto de la circulación cerebral y sus enfermedades desde múltiples disciplinas». Los manuscritos serán revisados de la misma rigurosa manera que todos los demás, y bajo los mismos criterios: ¿Es válido? ¿Es novedoso? ¿Es importante? El hecho de que la enfermedad vascular subyace bajo o contribuye al ictus, declive cognitivo y depresión, ofrece la oportunidad para una aproximación unificada en el tratamiento y prevención de los 3 azotes más comunes del cerebro en envejecimiento.

Bibliografía:

1. Hodgson C. Prevalence and disabilities of community/living seniors who report the effects of stroke. Canadian Medical Journal 1998;159(suppl 6):S9-S14.
2. Graham JE, Rockwood K, Beattie BL, Eastwood R, Gauthier S, Tuokko H, McDowell I. Prevalence and severity of cognitive impairment with and without dementia in an elderly population. Lancet 1997;349:1793-1796.
3. Bowler JV, Hachinski V, editors. Vascular Cognitive Impairment. Oxford. UK: Oxford University Press: 2003.
4. Jonas BS, Mussolino ME. Symptoms of depression as a prospective risk factor for stroke. Psychosomatic Medicine 2000;62:463-471.
5. Kotila M, Numminem H, Waltimo O, Kaste M. Post-stroke depression and functional recovery in a population-based stroke register: the Finnstroke study. European Neurology 1999;6:309-312.
6. Krishnan KR. Depression as a contributing factor in cerebrovascular disease. American Heart Journal 2000;140:70-76.

Referencia bibliográfica: Vladimir Hachinski. Vascular behavioral and cognitive disorders. Stroke 2003;34:2775.

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Este Editorial corresponde al ejemplar de diciembre de 2003 de la revista Stroke, y lo hemos traducido y publicado íntegramente con el permiso expreso de su autor y de la American Heart Association, propietaria del Copyright. Todos los derechos reservados en favor de la propietaria del Copyright.