Varias líneas de evidencia sugieren esperanzas de que las estatinas podrían influir favorablemente sobre la enfermedad de Alzheimer (EA). Existen vínculos genéticos entre el metabolismo del colesterol y la EA, y el alelo ε4 de la apolipoproteína E (APOE) se asocia a niveles más altos de colesterol. La supresión experimental del colesterol mediante estatinas reduce la formación de β-Amiloide tanto en su forma larga como en la corta, y son varios los estudios epidemiológicos que muestran una reducción de incidencia de EA de hasta 3 veces entre los sujetos que toman estatinas habitualmente.
En un estudio presentado en el 16º Congreso del European College of Neuropsychopharmacology (celebrado en Praga, República Checa, del 20 al 24 de septiembre de 2003) se demuestra que la simvastatina retrasa significativamente la progresión de la EA.
Los investigadores randomizaron un total de 44 pacientes, que recibieron bien simvastatina, bien placebo, durante el estudio a doble ciego que llevaron a cabo durante 26 semanas.
El enlentecimiento logrado con las estatinas se apreció especialmente en el grupo de pacientes con EA moderada, más que en grupo de EA severa.
En cualquier caso, los autores recomiendan prudencia, y afirman que:
«Ensayos a largo plazo sobre grupos de población mayores tendrán que clarificar si las estatinas son capaces de verdad de enlentecer la progresión de los síntomas cognitivos de la EA».
Referencia bibliográfica: K. Beyreuther et al. Statins in the treatment of Alzheimer's disease. European Neuropsychopharmacology. The Journal of the European College of Neuropsychopharmacology. Volume 13, Supplement 4, page: S116.
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