La enfermedad de Alzheimer (EA) se caracteriza por el depósito cerebral de placas con péptido β-Amiloide(42) (βA42) como componente principal, junto a la formación de ovillos neurofibrilares y la pérdida de neuronas.
La inmunización activa frente al βA42 elimina esas placas en ratones transgénicos, mejorando su función cognitiva. Un estudio en Fase I demostró que la administración de múltiples inyecciones de un agregado de βA42, gozaba de buena seguridad y tolerabilidad en pacientes con EA.
372 pacientes con EA entre leve y moderada fueron incluidos en un estudio multicéntrico en Fase II sobre seguridad, tolerabilidad y eficacia de la administración aleatoria de vacuna o placebo, con administración intramuscular al comienzo del estudio y en los meses 1, 3, 6, 9 y 12. La dosificación fue interrumpida tras 4 informes preliminares sobre aparición de meningoencefalitis en esos pacientes, pero el seguimiento de los mismos continuó. El estudio continúa siendo a doble ciego, y se facilitarán informes posteriores a su terminación.
Estos datos se facilitan en un artículo original publicado en el número correspondiente al 8 de julio de 2003 de la revista Neurology, y en ellos se muestra cómo 18 de los 298 pacientes que recibieron la vacuna presentaron síntomas y hallazgos de laboratorio compatibles con meningoencefalitis, en contraposición a 0 casos (ninguno) entre los 74 pacientes que recibieron placebo en virtud de la aleatorización conferida al estudio.
16 de los 18 afectados habían recibido 2 dosis de vacuna, uno había recibido una sola dosis y otro había recibido 3 dosis antes de que desarrollasen los síntomas. La mediana de latencia entre la primera y la última de las inyecciones, y la posterior aparición de los síntomas, fue respectivamente de 75 y 40 días. No apareció ningún caso nuevo de meningoencefalitis a partir de los 6 meses de la primera inmunización.
Los títulos de anticuerpos anti-βA42 no mostraron correlación con la presentación ni con la gravedad de los síntomas o las recaídas. 12 pacientes se recuperaron totalmente o casi al estado que tenían al comienzo del estudio en el plazo de unas semanas, mientras que 6 permanecen con secuelas neurológicas o cognitivas discapacitantes. Los 18 pacientes sobrevivían a la fecha de presentación de este original para su publicación (el 31 de diciembre de 2002), entre 6 meses y más de un año tras el comienzo de sus síntomas.
Los autores concluyen que la meningoencefalitis posvacunal se produjo sin una relación clara con los títulos de anticuerpos anti-βA42, siendo responsables entonces mecanismos potenciales como la activación de células T y de la microgía, lo que está siendo considerado para el ulterior desarrollo de una inmunización anti-βA42 más segura para la EA.
Referencia bibliográfica: J. M. Orgogozo et al. Subacute meningoencephalitis in a subset of patients with AD (Alzheimer disease) after Amyloid-β42 immunization. Neurology 2003;61:46-54.
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