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Marcadores de Alzheimer en el líquido cefalorraquídeo (LCR): queda camino por recorrer

En el ejemplar de la revista JAMA (Journal of the American Medical Association) correspondiente al 23 de abril de 2003 se publica un artículo en el que se investiga una vez más la capacidad de los niveles de β-amiloide y de proteína τ en el el LCR para actuar como marcadores diagnósticos de la enfermedad de Alzheimer (EA).

El β-amiloide y la proteína τ están íntimamente relacionados con las placas de amiloide y los ovillos neurofibrilares característicos del cerebro del enfermo con Alzheimer. Muchos estudios previos han comprobado niveles bajos de β-amiloide y elevados de proteína τ en el LCR de pacientes con Alzheimer.

El presente estudio tiene una doble vertiente: por un lado se han estudiado un total de 203 pacientes (131 con EA y 72 controles, y de los enfermos con EA se llegó a confirmar posteriormente la enfermedad mediante necropsia en 31 de los casos), y por otro lado los investigadores han llevado a cabo un metaanálisis de los datos procedentes de otros 34 estudios previos en los que también se relacionaban los niveles de proteína τ y de β-amiloide en el LCR con la EA. Esos 34 estudios anteriores acumulaban un total de 3133 enfermos de Alzheimer y 1481 controles.

Aunque la mayoría de los estudios previos mostraban la ya referida presencia de niveles bajos de β-amiloide y elevado de proteína τ en el LCR de los pacientes con EA, otros no arrojaron cambios significativos, e incluso alguno ha mostrado un ligero aumento del β-amiloide en el LCR de los enfermos de Alzheimer.

Tras realizar el metaanálisis de todos esos estudios, y al apreciarse un solapamiento de resultados entre los grupos con EA y los de control, se llega a la conclusión de que la sensibilidad y especificidad diagnóstica de estos marcadores en el LCR es insuficiente como para garantizar la validez de estas determinaciones en la práctica clínica para uso individualizado.

Por otra parte, las interpretaciones de estos datos están limitadas a causa de que proceden siempre de la comparación entre enfermos con EA y grupos de control con personas sanas seleccionadas. Este contraste artificial no es representativo de la realidad clínica comparativa, y debe considerarse testeo diagnóstico en fase 1.

Un test más real de cualquier marcador diagnóstico debería evaluar comparaciones entre poblaciones con distintos tipos de demencia, incluyendo la demencia vascular, la demencia con cuerpos de Lewy y otros trastornos neurológicos, o casos con un deterioro cognitivo muy incipiente. Es muy probable que estos estudios en fase 2 sobre poblaciones con distintos diagnósticos muestre resultados de especificidad y sensibilidad más pobres, y de hecho ya se ha intentado antes con resultados modestos.

Los autores afirman en sus conclusiones:

«El estudio de marcadores del LCR, tales como el β-amiloide(1-42) y τ en participantes con EA está emergiendo como un campo importante pero todavía naciente».

Afirmando también:

«Estos estudios representan el desarrollo temprano de medidas diagnósticas».

Y añaden:

«Se requieren estudios adicionales para establecer la estandarización metodológica de los ensayos de LCR a través de varios centros, y ver si la especificidad para la EA existe sobre otras formas de demencia, que tienen postmortem un solapamiento sustancial con la EA, por ejemplo la demencia con cuerpos de Lewy o la demencia cerebrovascular».

Quizás, el uso más importante de estos biomarcadores en el futuro será en el estudio prospectivo de sujetos con riesgo de padecer EA, pero queda mucho trabajo por hacer para lograr la estandarización de los métodos de ensayo antes de que les pueda ser atribuída significación pronóstica.

En definitiva, son necesarios más estudios prospectivos para probar esta hipótesis, y algunos ya están en curso.

Referencia bibliográfica: Trey Sunderland et al. Decreased β-amyloid(1-42) and increased τ levels in cerebrospinal fluid of patients with Alzheimer disease. JAMA 2003;289:2094-2103.

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Última actualización de esta página: 30-4-2003.
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