En el número de la revista Neurology correspondiente al 11 de febrero de 2003 se publica un original en el que se demuestra que, el miedo que mucha gente tiene a no ser capaz de llevar adelante las tareas de la vida diaria al llegar a los 90 años de edad, es infundado en muchos casos.
No hay necesidad de que la gente padezca ansiedad en relación con la posibilidad de perderse en el vecindario, perder la capacidad de gestionar sus finanzas o perder el permiso de conducción de vehículos solo porque se llegue a tan avanzada edad.
Se estudiaron 111 sujetos con edades comprendidas entre los 90 y los 99 años, llevándose a cabo visitas domiciliarias por parte de neurólogo y enfermera, en las que se efectuaron evaluaciones neuropsicométricas y funcionales.
Los autores llegan a la conclusión de que la idea de que una persona de 90 o más años ha de padecer necesariamente deterioro cognoscitivo es frecuentemente una equivocación basada en los prejuicios de la gente relativos a la edad avanzada.
El autor principal, el doctor Bradley Boeve, afirma:
«Aunque con la edad puede haber algún declive de las prestaciones cognitivas, la demencia o la enfermedad de Alzheimer no son inexorables en todos aquellos que vivan más allá de los 90 años de edad. Solo porque esté usted en sus 90, ello no significa que vaya a vivir institucionalizado o que vaya a desarrollar una demencia».
Referencia bibliográfica: B. Boeve et al. Mild cognitive impairment in the oldest old. Neurology 2003;60:477-480.
Utilizamos cookies para mejorar su experiencia de navegación y los servicios que le ofrecemos. Al clicar en «Aceptar», o si continúa navegando, usted reconoce que ha leído y comprendido nuestra política de privacidad, y que acepta el uso de nuestras cookies.