La anteriormente prometedora vacuna experimental para la enfermedad de Alzheimer ha sido abandonada definitivamente del ensayo en humanos, según publica el diario norteamericano The Washington Post en su edición del día 2 de marzo de 2002.
Según ese diario, la compañía farmacéutica irlandesa Elan (desarrolladora del producto en conjunción con Wyeth-Ayerst Laboratories) ha reconocido la detención del estudio en fase 2A tras la presentación de 15 casos de encefalitis entre los sujetos sobre los que se ensayaba. Los test se estaban llevando a cabo en 4 países europeos y en 11 sitios de los Estados Unidos.
Al parecer, la mayoría de los pacientes enfermaron tras la segunda inyección de vacuna, un mes después de la primera dosis.
La vacuna se había diseñado para estimular al sistema inmune contra los depósitos de β-amiloide cerebrales. Esta vacuna había despertado grandes esperanzas tras haber logrado detener e incluso revertir en ratones una enfermedad similar a la de Alzheimer. Había superado además los estudios iniciales de seguridad en Gran Bretaña y se estaba probando en total sobre unas 300 personas.
Aunque esta vacuna concreta (conocida con el nombre clave de AN1792) ya no será probada más en humanos, esto no significará necesariamente el final de este tipo de aproximación terapéutica, según declaró al Washington Post William Thies, vicepresidente de asuntos médico-científicos de la Alzheimer's Association.
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