En estudios previos ya se había encontrado una asociación entre demencia y niveles séricos elevados de homocisteína, pero había que comprobar si la elevación precedía al comienzo de la demencia o si era el resultado de deficiencias nutricionales relacionadas con la demencia ya establecida.
En el número del New England Journal of Medicine (N Engl J Med) correspondiente al 14 de febrero de 2002 se publica un estudio realizado sobre un total de 1092 sujetos sin demencia (667 mujeres y 425 varones, con una media de edad de 76 años) procedentes del Estudio Framinghan. Se examinó en ellos la relación entre el nivel de homocisteína plasmática total al comienzo del estudio y el medido 8 años antes del diagnóstico de novo de demencia acontecido durante el seguimiento posterior.
Se realizó el ajuste de los resultados obtenidos en función de edad, sexo, genotipo de apolipoproteína E, factores de riesgo vascular distintos de la homocisteína y niveles plasmáticos de folato y de vitaminas B12 y B6.
Sobre un período medio de seguimiento de 8 años, se desarrolló demencia en 111 sujetos, 83 de ellos con diagnóstico de enfermedad de Alzheimer. El riesgo relativo de demencia fue significativamente mayor en los pacientes con niveles altos de homocisteína plasmática, y en el caso de niveles de homocisteína mayores de 14 µmol por litro el riesgo relativo de enfermedad de Alzheimer fue de casi el doble.
Se concluye en este trabajo que un nivel elevado de homocisteína constituye un fuerte factor de riesgo independiente para el desarrollo de demencia y de enfermedad de Alzheimer.
Referencia bibliográfica: Seshadri, S. et al. Plasma homocysteine as a risk factor for dementia and Alzheimer's disease. N Engl J Med 2002;346:476-483.
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