Paciente y cuidadora (imagen decorativa)
© iStock.com/SilviaJansen
Se considera como tal a una persona que es cuidadora de otra que sufre una demencia o la enfermedad de Alzheimer, haciéndose responsable o encargándose de atender las necesidades específicas de esa persona, de modo que contribuye a mantener su bienestar en el contexto de la enfermedad.
En general, y dicho de otro modo, una persona es cuidadora cuando realiza actividades de cuidado o asistencia a otra persona que, por diferentes motivos, presenta cualquier tipo de discapacidad que le impida la realización de las actividades de la vida diaria, o ejercer las relaciones sociales normales.
Son cuidadores de pacientes con demencia o con la enfermedad de Alzheimer todas aquellas personas que proporcionan los apoyos necesarios, en actividades del día a día, a las personas con demencia que, generalmente, residen en su domicilio.
En nuestro medio, el perfil más frecuente del cuidador de pacientes con demencia es el de una mujer (el 70-85%) de edad media próxima a los 55 años, aunque oscila entre los 25 y los 85 años. Generalmente son mujeres casadas, y más de la mitad amas de casa, y en más de la mitad de los casos son hijas de la persona enferma.
Naturalmente, estos datos irán cambiando a lo largo de los próximos años, y son el reflejo actual de nuestro país (España), siendo diferentes en otras culturas y países.
Las cosas fundamentales que debe saber un cuidador de personas con demencia para poder realizar su cometido adecuadamente, son:
El cuidador debe de cuidarse tambíen a sí mismo, y esto es de gran importancia para que pueda mantenerse en el tiempo realizando adecuadamente sus tareas. Entre las cosas necesarias para ello están:
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